1 – Es inevitable. Cuando uno va avanzando hacia la búsqueda de novedades musicales o a escuchar músicas de ayer que recién empezamos a conocer en estos días, necesariamente dejamos nuestra colección de discos a un costado. De hecho, suele pasar que los infinitos senderos que se nos aparecen delante nos hacen olvidar esos infinitos senderos solo parcialmente visitados, siempre parcialmente visitados. Porque las músicas son demasiado ricas para que a uno le caiga la ficha de todo lo que hay en ellas para explorar y nosotros somos todos entes en constante mutación.
2 – Entonces siempre tenemos canciones que amamos pero que rara vez escuchamos. De esa inmensa bolsa de obras, yo me decidí por escribir sobre una en particular y que sepan disculparme esas otras canciones que quedaron fuera de este post. El grupo se llama La Banda y la canción se llama “Muy Lejos Te Vas”. Me pasó algo curioso con mi vinilo. Lo compre en una “viniloteca” del barrio Flores en C.A.B.A. Me llamó la atención que lo vendieran a bajo precio. Cuando llegué a casa y lo puse en la bandeja tocadiscos para escucharlo me di cuenta el porqué. En el lado A todo estaba en orden, 4 canciones con muy buen sonido. Cuando lo di vuelta el lado B tenía exactamente esas mismas 4 canciones que en el lado A, las 4 del lado B no estaban por ninguna parte. La etiqueta en el centro del disco me decía el nombre de esas cuatro canciones ausentes, para que al menos sepa que era lo que estaba echando de menos. No obstante, sí estaba “Muy Lejos Te Vas”.
3 – Años después de comprar este disco de vinilo, me conseguí el disco como archivo mp3. No es lo mismo, pero algo es algo. Esta maravillosa canción de hoy dura cinco minutos y 45 segundos. Lo que me parece un exquisito órgano Hammond inicia la canción, al toque la voz de Rubén Rada empieza a cantar. Cuando Rada llega al “vistes”, toda la banda se suma: batería, percusiones, vientos, bajo, quizás hay guitarras, pero no alcanzo a distinguirlas. Hay un hermoso solo de trompeta. La voz puede cantar con suavidad para luego soltar pura energía de gritos vitales. Todo esto suena a algo así como soul, con aires latinos, con recuerdos a la elegancia jazzy y también un sabor inconfundible a las músicas de Uruguay y la bossa nova. Esto es la sangre caliente de Latinoamérica hecha canción.
4 – Hacía muchísimo que no escuchaba esta canción. Para poder narrarles algo de su encanto la volví a escuchar. No me quería ir sin nombrar al Hippie Johnny, quien, creo, fue el responsable de que tuviésemos en casa esta canción grabada de la radio en aquellos viejos casetes TDK. Como “Say it ain’t so, Jo” de The Hollies, es una canción heredada. Pasada de generación en generación.
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