1 – Quizás “Vespertine” es el mejor disco de Björk. Ella editó muchos discos geniales, se me complica determinar porque uno es mejor que otro. En fin... Cambiando de tema, como lo he escrito en otras ocasiones, el porqué de no haber escrito un post sobre ella sería que yo he leído varios textos referidos a su obra y me pareció que yo no tenía más que agregar. En definitiva, una torpe forma de justificar la pereza. Que si mejor o peor, que si bueno o malo, ninguna importancia tiene algún tipo de supuesta calidad del texto de cualquier autor. Lo que importa es contribuir, decir lo que uno tiene para decir. Lo pertinente es darse a entender, lo del éxito o fracaso en la empresa, en definitiva, no es cosa de uno, al menos no de manera excluyente.
2 – La canción es “Undo”. ¡Qué belleza! Inicia hermosa y termina hermosa. Voces, programaciones, arreglos de arpa de Zeena Parkins (ver post del 12 de mayo de 2020), coros. Este milagro sonoro está co compuesto entre ella y un tal Thomas Knak. Me acabo de enterar, revisando en Discogs, que este último publicó un disco en el 2012 en colaboración con Jakob Bro. Volviendo a la canción, la misma dura 5 minutos y 36 segundos. Es la cuarta canción en un disco de 12 canciones. Este es un disco rebosante de maravillas, tampoco esto tan seguro de que “Undo” sea mi canción favorita del álbum, pero sí es la que más recuerdo. Sí, ¿a quién quiero engañar? Es mi favorita. Cual si fuese la rayuela, esta canción es un viaje desde la tierra hasta el cielo.
3 – Como varias canciones de Björk, todo se trata de una progresiva suma de elementos. La canción de a poco va creciendo. Primero la islandesa multitrackeada junto a unos teclados que crean melodía y base. Luego el arpa de Parkins y la base electrónica. A los 56 segundos, luego de repetir dos veces el estribillo, dejamos atrás la introducción de la canción. Björk va cantándonos unas recomendaciones. Su performance vocal incluye susurros, jadeos, indecisiones. Casi que podemos verla cantar al escucharla. ¡Qué hermosa voz! Luego vuelven los estribillos y ella cantando encima de ellos. Se van sumando arreglos de cuerdas de una orquesta programada por Vince Mendoza a los dos minutos dos segundos. Unos arreglos electrónicos estremecedores. Ahora, a los 2:13 hay tres versiones de ella cantando como en embriaguez y sin embargo se las distingue perfectamente, ninguna tapa a la otra. Se van volviendo un coro de Björks. A los 2:56 hay una suerte de calma de ella sola (y luego se vuelve dos otra vez) que antecede al arreglo de coro y a la orquesta en el total de sus poderes. Estamos en el paraíso. Esto es agua para la sed. La dicha que me hace llorar. Y poco a poco los elementos se van apaciguando. Queda el arpa de Zeena cuyos sonidos son tratados electrónicamente junto a una distorsión de teclados.
4 – El disco tiene once canciones más para seguir degustando. Si bien yo no había escrito un post solo para ella, ya la había mencionado en algunos posts anteriormente. Igualmente se merecía una entrada para ella sola. Con solo recordar que ha sabido colaborar con personalidades musicales tales como Robert Wyatt y Matthew Herbert me deja sin aliento. Ella es demasiada.
5 – Y si estás sangrando, deshacelo.
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