Saturday, September 05, 2020

Tarareos y Silbidos



 

1 – Uno de los trucos musicales que tiene el rock para meterse en tu memoria es el riff. Se repite, es sencillo de memorizar justo por eso y también porque son sencillos. Y los clásicos recursos sonoros de todas las músicas para volverse inolvidables son los tarareos y silbidos. ¿Qué te acordas de “Kill Bill”? Por supuesto, esa piba silbando y también otras cosas, claro. Pero ahora que hable de la melodía que silbaba aquella mujer, ¿no te pasa que no podés evitar que suene una y otra vez en tu cabeza? Incluso puede llegar a pasar que termines insultándome porque la maldita melodía silbada va a resonar en tu cabeza todo el largo día. Ya nos lo dijeron los Carpenters en “Yesterday Once More”: “Cada sha la la la, cada ou oo, todavía brilla”. Quizás por eso los sesentas son tan mágicos para algunos, abundancia de tarareos, riffs por doquier. Canciones difíciles de olvidar, decididamente confeccionadas para que los oyentes no las olviden.

 

2 – Ella se llama Kylie Minogue. Su canción se llama “Can’t Get You Out Of My Head”. Sí, la del “la la la, la la, la la la”. La que versionaron los Flaming Lips, entre otros. Es esta una de esas canciones deliberadamente compuestas para tornarse inolvidable. Por supuesto lo logra. No es mi favorita del disco, mi favorita de esa placa es “Love At First Sight”. Un disco que también tiene una canción llamada “Come Into My World” que tiene un hermoso video dirigido por Michel Gondry.

 

3 – La Minogue ya tuvo su post en SS. II. Hay que ir a buscar al 3 de julio de 2016. Ella ha grabado y cantado un montón de hits. Hoy nos dedicamos a este en particular. Empieza a sonar y no podes dejar de mover la patita. Es irresistible, concebido para que bailes y bailes. Nada de guitarras, acá todo son teclados y ritmos programados. Elementos tecno que van sumándose poco a poco, casi sin que uno lo note. Son 3 minutos 48 segundos. Y es cierto, no puedo sacarte de mi cabeza.

 

4 – Hay quienes solían decir que a la música de baile no hay que tomársela en serio. De hecho, hubo géneros que se volvieron “artísticos”, como el tango acá o el jazz allá, cuando dejaron de ocuparse de que la gente baile y se ocuparon más de como transmitir emociones o miradas del mundo. Una cosa no debería excluir a la otra. Eso hace tan hermosas a las músicas. Todos somos bienvenidos a visitar estos mundos. Todos.

 

 

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