Friday, October 30, 2020

La vela medita

 

1 – He tenido el placer y el privilegio de escuchar tres discos del proyecto de David Grubbs llamado Gastr Del Sol. “Crookt, Crackt, Or Fly” (1994), “Upgrade & Afterlife” (1996) y “Camoufleur” (1998). El primero lo escuche en 1997, el segundo en el 2004 y el tercero en el 2001. Mientras estoy escribiendo este post, también fui ubicando en Internet todas esas otras producciones que aún no escuché de ellos. Ya han pasado 16 años desde la última vez que me conseguí algo de este grupo. No obstante, cada vez que me es posible ubico y escucho en que anda Grubbs en estos días. Él tiene la costumbre de andar en muchos proyectos a la vez, por lo tanto, no es tan sencillo seguirle los rastros. También quiero agregar que en el 2016 me conseguí dos discos de Bastro, el grupo en el que estaba Grubbs antes de formar Gastr Del Sol. Sin olvidarme que el tipo también escribe y publica libros de ensayos sobre músicas. Y si no me falla la memoria, también es docente en alguna universidad en Estados Unidos, pero de esto último no estoy tan seguro.

 

2 – En el post de hoy estoy cumpliendo con la consigna “escribir sobre una canción que te haga pensar”. Voy a concentrarme en el disco “Camoufleur” y en particular su cuarto track titulado “Each Dream Is An Example”. Esta es una de mis canciones favoritas de Gastr Del Sol.

 

3 – Me imagino que el asunto detrás de una consigna del estilo de la que hoy nos ocupa sería ponerse a escribir sobre una canción que te empuja a pensar en algo. O sea, una canción de protesta en contra del racismo te lleva a pensar el problema de la discriminación y la defensa de los derechos humanos de ciertas minorías étnicas. Está todo bien si la cosa pasa por ahí. Pero mi asunto es bien distinto. Las canciones de Gastr Del Sol, esta que nombro y todas las demás, me ayudan a pensar cualquier cosa. Me hacen pensar y punto. No hay nada en especial que esté pensando mientras esas maravillas sonoras invaden el aire. Me pongo a pensar gracias a la cadencia suave y calma de la voz de David, gracias a las abstracciones de la letra y gracias a esas sonoridades que resuenan, algunas familiares y otras exóticas. Te ponen a pensar esas sucesiones de climas, de lo tenso a lo relajado. Te ponen a pensar las figuras melódicas que se repiten y aquellas que se hacen humo en el instante mismo en que se aparecen. Todas las existencias que trae esta canción sola están al servicio de los procesos mentales de sus oyentes.

 

4 – Siempre que termino de escuchar esta canción, el aire que me rodea me resulta estremecido. Si las personas de este mundo les dedicasen más tiempo a creaciones como esta, las cosas cambiarían notoriamente. La revolución que necesitamos no es inicialmente sociopolítica, es cultural.

 

Thursday, October 29, 2020

Perdoname, pero me tengo que ir


1 – La consigna dice: “escribir sobre una canción que la pondrías como tono de llamada”. Esta es una consigna que se presta a múltiples lecturas. Por un lado, solía ser posible (y lo más probable es que lo siga siendo) identificar a la persona que te estaba llamando memorizando su número de celular adjunto a una melodía en especial. Lo que sí me fue posible escuchar es lo que acá te proponen: una melodía que suena ante cualquier persona llamando. La más hermosa e ingeniosa melodía que escuche de alguien disparándose ante cualquier mensaje de texto o llamado fue de una compañera del profesorado: ella tenía la excelente, inquietante y bella “Nylon Smile” de Portishead como tono de llamada. ¡Era un placer escuchar ese teléfono sonar! Y queda aún un aspecto más que analizar: cuales serían las razones para poner a sonar una canción como tono de llamada si a uno le pareciese deseable tener el celular programado así.

 

2 – La cuestión es que use un celular viejo por diez años: desde diciembre del 2008 hasta diciembre de 2018. Solo deje de usarlo porque se rompió y ya no valía la pena repararlo. En enero de 2019 los Reyes Magos me trajeron el celular que aun hoy uso, antes de eso jamás tuve que usar whatsapp porque mi antiguo celular no venía preparado para eso. Si bien creo que era posible ponerle un tono de llamada de mi gusto, la verdad es que nunca lo hice. Es más, tampoco tiene tono de llamada con melodía personalizada mi actual celular. Mi celular casi siempre está en silencio, me entero de que hay mensajes y llamadas porque lo tengo a mano y lo reviso. Lo reviso demasiadas veces para mi gusto, pero, en estos días de pandemia, casi que no me queda más alternativa. Como podrán adivinar, no soy muy tecnófilo que digamos. Más bien soy un tanto tecnófobo. No tanto como para no reconocer los beneficios y ventajas que otorgan los avances tecnológicos. Pero si lo suficiente como para detectar que tanto avance tecnológico no fue planificado justamente para liberarnos, sino para todo lo contrario. Por lo tanto, puedo concluir que yo no le pondría una canción como tono de llamada a mi celular.

 

3 - ¿Y entonces que hago escribiendo este post si no le voy a poner una canción como tono de llamada a mi celular? Es que tengo una canción de la cual quiero escribir y, si las circunstancias me obligasen a hacerlo, ya la tengo elegida para que suene ante llamadas y demás asuntos de la comunicación posmoderna. El grupo es N.E.R.D. y la canción es “Baby Doll”.

 

4 – Cito a las gentes de Discogs: “Hay dos versiones de este álbum. La primera es una versión electrónica grabada por The Neptunes. Fue publicada en Europa en el 2001, pero solo estuvo disponible en los Estados Unidos como un ítem promocional. La segunda es una versión rockera grabada por los protegidos de The Neptunes llamados Spymob. Esta última versión fue editada alrededor del mundo en el 2002.” The Neptunes son Pharrell Williams y Chad Hugo y los N.E.R.D. son ellos dos más Shay Haley. Ambas versiones del disco se llaman “In Search Of…”. Yo tengo ambas versiones. La versión rockera la compre en una disquería de Castelar el 6 de octubre de 2003, en aquellos días cuando uno iba a comprar cds originales a las disquerías. Cd de edición nacional, por cierto. La versión electrónica la conseguí el 23 de julio de 2015 de Internet. Mientras escribía este post, llegué a confundirme, pues encontré tres artes de tapa distintos de este primer álbum. Pero solo hay dos versiones. Me gustan ambas versiones. Tendrían que haber estado disponibles a todo el público desde un principio, sin hacer eso de “en el 2001 la versión más cool y en el 2002 la versión más popular”. Probablemente no fue responsabilidad de los N.E.R.D., pero yo no lo sé.

 

5 - ¿Y porque “Baby Doll” podría llegar a sonar desde mi celular, en algún hipotético futuro, como tono de llamada? Porque está buenísima. Arranca a todo ritmo y sin olvidarse de sutilezas de percusión a la vez. Arranca con voces haciendo onomatopeyas y ruidos tipo jadeos, recordándonos que no todo lo que puede hacer un cantante con su boca es cantar palabras. Luego unas líneas de bajo impresionantes. Unos golpes de teclado, voces en primer y segundo plano cantándole a una chica. Cuando llegan a la primera vez que cantan ese estribillo “Espera, por favor, no te vayas” al mismo tiempo suena un riff de teclado distorsionado levemente y en segundo plano. Para la segunda vez que suena ese riff se nos revela como la voz de una chica contestándole a ese “por favor, no te vayas” con un “perdoname, pero me tengo que ir”. Y la tercera vez que aparece es solo la voz de la chica bien al frente, ya en primer plano, acompañada por los reclamos del pibe que se lamenta “acabo de conocerte”. Es esa segunda vez, cuando el tipo está dale que te dale con eso de “por favor, no te vayas” y la mujer contestando “perdoname, pero me tengo que ir” una y otra vez, es esa la parte que quiero que suene desde mi celular como tono de llamada. Es líricamente movilizante y musicalmente impactante.

 

6 – “Podría volar alrededor del mundo con el poder de esta palabra”.

 

 

Wednesday, October 28, 2020

Secá tus ojos, muchacho, no hay necesidad de estar triste


1 – El 21 de abril de 2013 me conseguí el disco de Saint Etienne llamado “Foxbase Alpha” que ellos publicaron en 1991. Me lo conseguí en edición de cd doble, lleno de temas extras y demás cosas que ellos anduvieron grabando a comienzos de los noventas. En ese disco está la canción “Spring”, la cual, por obvias razones, me recuerda a una estación del año. Esa vendría a ser la consigna que estoy acatando para hablar de este tema.

 

2 – Ya llevan 30 años de historias los Saint Etienne. No son muy famosos, pero tampoco son unos desconocidos. Quienes suelen pegarse una vuelta por los mundos del pop, el tecno y la música de baile en el Reino Unido saben de ellos. Y el disco que nombre más arriba es su primer disco, es ya un clásico. Mi edición trae un cover de Neil Young en el primer cd (que ya figuraba originalmente en el disco) y un cover de Gil Scott-Heron en el segundo cd. Es una banda formada por críticos de rock. Incluso anduvo circulando por las librerías de nuestro país la edición española de un libro de Bob Stanley (coautor de esta canción) llamado “Yeah! Yeah! Yeah! La Historia del Pop Moderno”.

 

3 – Mi yo de hace siete años escucho esto un 4 de julio, o sea en pleno invierno. Supe anotar en aquellos días en el sobre del cd: “¡De la primavera del primer cd al invierno en los bonus tracks!” Yo había llevado primavera de canción al invierno climático. Aunque es obvio que una canción que se llama “Primavera” te recuerde a tal estación, ya no es tan obvio que a mí también me recuerda al invierno.

 

4 – La voz de Sarah Cracknell nos consuela cuando, por enésima vez, nos dieron calabazas. Incluso, poco a poco, nos va percatando de que podríamos dejar de ser amigos y llevar nuestra relación con ella a nuevos terrenos. Toda esta seducción en su voz y la letra viene adornada por músicas y arreglos bellos, en la tradición de los mejores Pet Shop Boys o New Order, por ejemplo.

 

5 – “Sos demasiado joven para decir que el amor ya fue para vos”. Cito esto teniendo en mente que para ser joven la edad cronológica que se lleva encima no tiene nada que ver.