3 - ¿Por qué nos desvelaba la pertinencia? (2007)
Porque de alguna cosa nos teníamos que aferrar, después de todo. Porque éramos jóvenes, mis amigos y yo. Nuestra forma de ser jóvenes consistía en ocuparse de cómo nuestros pares nos veían. Quizás ser joven se trate de eso. Entonces a veces éramos serios hasta la gravedad en nuestras bromas. Si eras un fan de rock consecuente, no te podía gustar la movida de Manchester de Stone Roses y Happy Mondays (y yo quede en falta ante un amigo cuando descubrió que me gustaban estos grupos). Si eras fan de los Redondos, tenías que saber quién era el Mufercho. Si te gustaban las bandas alternativas, tenías que elegir aquellas canciones que no fuesen las obvias que elegían todos los demás. Así nos censurábamos los unos a los otros, marcando cuando alguien tiraba algún dato inadecuado. Todavía me acuerdo cuando en chiste le dije a un “neófito”, cuando me preguntó sobre uno de esos bluseros que estaban medio de moda en aquellos principios de los noventas, que ese artista hacía “jazz psicodélico”. Un amigo me lo festejó como una genialidad, yo hoy tengo un poco de vergüenza por eso que le dije a aquel flaco. Preocupados por la pertinencia, marcábamos territorio y con nuestro enfermo territorialismo, dejábamos bien claro que nosotros éramos “en serio” y no unos chetos arribistas. Una territorialidad obcecada como escudo que escondía una personalidad no del todo consolidada, no del todo nutrida por el entorno. Nos defendíamos de cualquier posible denostación de los mayores sobre nuestros gustos musicales blandiendo información y formación fanática.
Ahora bien, cada pertinencia es un constructo social. De algún lado se parte para ir formándolo y luego consolidándolo entre un grupo de creyentes. Siempre me llamó la atención lo poco inclinado que están los músicos en general en largar prenda acerca de donde es que conocieron la música que conocen. Años atrás yo daba por sentado que muchos de ellos arrancaron distinto a como hice yo. Contando con más sociabilidad que la mía, más dinero que el mío y viviendo más cerca de la urbe, donde las cosas suceden, que yo; ellos conocieron sus músicas a través de amigos, plazas donde intercambiar discos, disqueros, etcétera. Pero luego se sigue que esos disqueros, amigos, coleccionistas en plazas, etcétera, de algún lado se enteraron de las músicas que traficaban. En ese lugar tendría que estar cierto periodismo. Los músicos en general, y por desgracia también varios periodistas, rara vez se dignan a nombrar fuentes. Como una rama más de ese tronco de la pertinencia (al menos yo hoy sospecho eso), es tabú revelar quiénes son tus padres. Los músicos y periodistas saben lo que saben de puro astutos que son. Construyendo mi pertinencia busque y rebusque en numerosas revistas los datos de ayer. Por puro fanatismo a ciertos grupos, termine enterándome de un montón de cosas más. Pero yo también deje de nombrarles quienes me recomendaron escuchar lo que termine escuchando.
Y por todo esto es que: desde este blog que está cumpliendo diez años pasó a prometerme en público que voy a escribir con ayuda de ustedes (vamos a escribir, en el mejor de los casos) un libro acerca del periodismo de rock en Argentina. Desde 1970 hasta el 2010, las que creo fueron las publicaciones más relevantes, a saber: Pelo, Expreso Imaginario, Rock & Pop, Canta Rock, Esculpiendo Milagros, Revolver, Pan y Circo, Rock en Blanco y Negro, Cerdos y Peces, La Mano, Inrockuptibles, Suplemento Sí de Clarín, Suplemento No de Página 12, etc. Y libros también. En este libro colosal vamos a dejar registro de TODO lo que se mencionó y cuantas veces se mencionó. Las cientos de veces que escribieron sobre The Beatles y las cuatro veces, aproximadamente, que escribieron sobre Pere Ubu. Las cientos de veces que te contaron de Luis Alberto Spinetta y las dos veces que te contaron de Las Orejas y La Lengua. Un registro exhaustivo acerca de que nos contaron de la historia y quienes fueron, un libro acerca del cuando y donde. El libro que juzgue el cómo y porque lo escribirán otros o sino yo, pero mucho más adelante que esta primera obra que estaría lindo que exista como bibliografía acerca de la bibliografía rock.
El rock vino del extranjero y tuvo sus ecos y lecturas acá. Estaría bueno que el recuento de aquellos trayectos quede explícito, así tomamos consciencia de las características particulares de este lugar de la cultura en nuestro ámbito.
No comments:
Post a Comment