Tengo una idea: tengo ganas de escribir 10 posts celebrando los diez años de Significados Invisibles con diez preguntas como consignas. Durante todo este mes de Julio, poco a poco van a ir apareciendo. Son estas que figuran abajo y hoy vas a poder leer la primera respuesta. Seguí conectado para leer las siguientes respuestas.
1 - ¿Cómo convertir la transpiración en inspiración? (2005)
2 – ¿Cómo cuidar una hoja de otoño? (2006)
3 - ¿Por qué nos desvelaba la pertinencia? (2007)
4 - ¿Cómo hago para decirte chau? (2008)
5 - ¿Por qué me dijiste no? (2009)
6 - ¿Cómo hacer para no dejarnos atrapar por la sociedad del espectáculo? (2010)
7 - ¿Quién va a mirarme en el escenario? (2011)
8 - ¿Cuándo fue que deje de escucharte? (2012)
9 - ¿Que tienen esos ojos tuyos? (2013)
10 - ¿Por qué no lo conté antes? (2014)
11 - ¿Y ahora que va a pasar? (2015) (la pregunta de yapa)
1 - ¿Cómo convertir la transpiración en inspiración? (2005)
La primera respuesta que se me ocurrió ensayar para esta pregunta es que habría que transformar la inspiración en transpiración. Recuerdo una gran ficción en pequeños capítulos que pasó la Televisión Pública hace un par de años sobre la vida y obra de Oesterheld, el guionista de El Eternauta entre otras genialidades. Oesterheld, interpretado por Miguel Ángel Solá, estaba sentado frente a la hoja en blanco, tratando de que aparezcan las historias. Estaba en eso cuando repentinamente ve que en la silla de frente se aparece uno de sus personajes. El personaje y su autor sentados frente a frente. Dialogan y el personaje, tras enterarse de que su creador está en apuros porque no se le cae una idea, empieza a dictarle las líneas que escribir. Oesterheld escribe obediente. Poco a poco, el autor escribe y recita en voz alta lo que va tipiando y va alcanzando la voz de su personaje hasta tal punto que llegan a recitar la historia a dúo. En el medio del frenesí del trabajo Oesterheld no se da cuenta que ahora su personaje solo repite en voz alta lo que el autor ya dijo antes y se va, tan misteriosamente como apareció, para dejar al escritor una vez más solo, trabajando. Con este truco sencillo, los creadores de la serie nos dieron su visión de la inspiración que me gusta. La inspiración es una voz de uno mismo que uno solía creer que estaba fuera de nosotros pero, en realidad, está en nosotros, en alguna región de las concepciones de complicado acceso. La inspiración tiene más chances de aparecer cuando uno se elige, cuando nos dispusimos a partir de aquí para allá en este viento de palabras, músicas de la temperatura que no se puede describir con facilidad.
Se me ocurrió arrancar el festejo de los diez años de SS.II. con esta pregunta porque, en su etapa embrionaria, este blog y sus temas lo traía en mi imaginación sin siquiera ser del todo consciente. En el verano del 2005 ya andaba viendo que escribir para una pequeña revista de confección casera que hacíamos un amigo y yo. La revista duró demasiado poco pero fue lo mejor. Un pasquín de distribución zonal (acá en Moreno) quizás no hubiese tenido la repercusión que, de algún modo, tiene este blog. Al calor de una placita me ponía a pensar en temas de los cuales escribir y para el invierno empecé a publicar. Hace 10 años yo estaba más ansioso acerca de si habría alguien leyéndome, hoy por hoy, el dato ya no me preocupa. También solía darme ansiedad la cantidad de cosas que deje sin escribir, posts que casi tenía armados en mi cabeza pero que no pude plasmar al no disponer de los medios en el momento. No tiene sentido ocuparme de pensar en eso, ustedes tienen más de 200 posts para leer en este sitio. Entre lo que se me olvido decir, entre lo que no supe cómo decir, entre lo que me pareció que no tenía manera de decir, entre todo eso, está lo que te escribí. Te dije más de doscientas cosas, muchas veces use mi decir para señalarte cosas que me sorprendieron para bien. Palabras como flechas señalando músicas (y a veces películas y libros) que me conmueven. Creo que te dije todo lo que te dije conmovido.
Hace 10 años que te estoy escribiendo esta carta y hace 10 años que la estás leyendo. Esta es una de las cosas más hermosas que me pasaron en la vida. En este sitio siempre vamos a poder encontrarnos y siempre va a ser una fiesta. Ojala les haya representado algún tipo de felicidad el hecho de pasarse por acá un rato. Y si me describo al escribirme, no es solo por vanidad, yo sé que tengo en mi cabeza algo que es tuyo. Si te conozco o no, eso no es relevante. Cuando llegues al final de cada uno de estos textos, fíjate si llegaste a alguna parte distinta de vos mismo. Si algo parecido a eso te paso, me otorgaste el mejor premio y yo te lo agradezco escribiendo más.