Sunday, March 28, 2021

Bafici 2021 Parte Cinco Final

1 – El sábado 27 de marzo veo “The nose or conspiracy of mavericks” de Andrei Khrzhanovsky. (4 Macos). Las animaciones, la cocina de cómo se confeccionaron las animaciones y varios recursos meta discursivos más, forman parte de este film asombroso. Teniendo en cuenta la introducción que realizo para este festival el director ruso, miramos a quienes van en ese avión, observando lo que transmiten las pantallas individuales que dan a sus asientos, con otra mirada. Poco a poco nos vamos enterando de todo ese dolor atravesado por algunos artistas en la Unión Soviética. En ese periodo post revolucionario, cuando Stalin se las ingenió para transformar un conmovedor movimiento de masas en un totalitarismo burocrático que cometía cualquier atropello a los derechos civiles con tal de no perder el control. Todo va siendo narrado desde el humor para ir dando paso paulatinamente a la tristeza. Detrás de estas tristezas y humores, está el amor en las bellezas musicales y pictográficas. Por momentos la película se pone un poco pesada (este año releí lo que escribí en las anteriores ediciones del Bafici y usé varias veces el adjetivo “densa/o”), pero en general el resultado es más que interesante.

2 – Y ese mismo día a la noche veo “(UPA) Una pandemia argentina” de Tamae Garateguy, Santiago Giralt y Camila Toker. (5 Macos) Viene pensada con lado A y lado B, con una pausa en el medio que nosotros, cada uno desde su casa, podía extender todo lo que se le antojase. Siendo que ambas son partes de la misma obra, llama la atención lo distintas que son. El lado A está repleto de invitados y tiene un tono y dinámica típicos de la comedia indie que hizo que me ría a cada rato. ¡Qué manera de cagarme de risa! Delirantes, narcisistas hasta el absurdo, caretas, dados vuelta y siempre al palo buscando a cada instante pegarla. Si bien te das cuenta que todo está armado para el desborde, todos nos sumamos, cómplices y encariñados, con las fiebres que te van contando. Para el lado B las cosas van cambiando. Ahora hay que lidiar con formas de plasmar todo lo que se estaba fantaseando antes, hay que lidiar con efectos secundarios del aislamiento de la cuarentena. Surgen las tensiones y discusiones en medio del humo que dejó en un cuarto una máquina de efectos que, según parece, anduvo en mal funcionamiento. Me imagino que, en los mundos del cine independiente, todo es más o menos así: sobran sueños, pero escasean fondos, abundan ideas y proyectos y, a la vez, abundan las presiones por lograr el sustento. Y en el medio de todo esto, las distintas generaciones y sus códigos diferentes, los nuevos feminismos. Esta ensalada de elementos tan variados funciona genialmente, según me pareció experimentar. Pensar que me estaba resistiendo a ver este film, me imaginaba que no me iba a gustar. Y sucedió todo lo contrario.

3 – Finalmente estoy en el domingo 28 de marzo y veo “No va más” de Rafael Filippelli. (4 Macos). Si bien esa cosa densa y pesada de cierto cine indie dice presente en este film, como, por ejemplo, esa parte donde el protagonista se prueba corbata tras corbata, también están esos detalles que mejoran la cosa. El tipo jugando con un vinilo en una bandeja (¡qué lástima que no pasó algo de música de su colección de vinilos y cds!). La cajita de música con La Internacional. Vasos y más vasos por doquier. Esos soliloquios bien llevados. Y esa sensación inescapable de un dolor y una soledad que todo lo abarcan. Tal como está armado el mundo, tan mal armado como está, los viejos y su vejez parecen no tener nada que aportar al mundo de las acciones de las generaciones más involucradas en la producción y el consumo. En un instante, cuando deja de hablar y mira a cámara, sus ojos nos dicen mucho más de todo eso que nos contó antes. Porque los olvidos y las esperas son de todos, pero, cuando se llega a la vejez, parecen volverse todo. Necesitamos volvernos más humanos y que los viejos y las viejas no parezcan invisibles.

4 – ¡Eso es todo, amigos! No más Bafici por este año. Fueron 20 producciones vistas, todo un record. Para más adelante, un par de textos más sobre pasados y presentes de este festival. ¡Nos vemos!


 

Saturday, March 27, 2021

Bafici 2021 Parte Cuatro

1 – Luego de terminar de escribir y subir el post más reciente de este blog, estaba decidido a dejar por ese día al Bafici a un costado y dedicarme a otras cosas. Revisando las producciones que iba a ver en siguientes días, me cayó la ficha que la película de Alejandro Maly llamada “Acid Mothers Reynolds - Live and beyond” estaba a pocas horas de ser estrenada, tanto de manera virtual como presencial. Y los Reynolds me pueden, entonces cambié de idea y seguí junto al Bafici por un rato más.

Los Reynolds son un clásico del Bafici. Pasaron “Buscando a Reynolds” en la edición del 2004. Alan Courtis tocó una vez (ver post del 27 de abril de 2012). Y en una de las más recientes ediciones, ahora no puedo recordar cual, pasaron filmaciones de actuaciones en vivo de ellos. En este film de 4 Macos ellos aparecen junto a los japoneses Acid Mother Temple. Tocando por separado en el Niceto o grabando en colaboración en un estudio. Esta vez Miguel Tomasín apareció menos que en otras veces. En teoría están separados, pero todos sabemos que ellos viven en un universo paralelo que guarda una extraña relación con universos corrientes. Entonces es válido decir que nunca se separaron o que nunca se juntaron o que existen desde antes que la raza humana y así sucesivamente. Es un placer escuchar el boogie psicodélico de Miguel acompañado por esos ocho brujos sonoros en pleno trance. Escucharlos percutir pequeñas campanas junto a una guitarra extraterrestre. Escucharlo a Tomasín como un crooner de Marte. Estupendo.

Si bien todos conocen el disco sin disco de los Reynolds, quizás pocos sepan del recital sin recital que ellos dieron una vez y al cual yo asistí. Probablemente fui el único que fue. La historia es así: los muy bribones anunciaron en el Suplemento Sí de Clarín que iban a tocar un sábado, si la memoria no me falla, del 2002. Iba a tener lugar en la Casa de las Madres de Plaza de Mayo e iba a tratarse de grabaciones de los cacerolazos de diciembre del 2001 manipuladas en vivo. El horario ya era medio insólito, era tipo 3 o 4 de la tarde, algo así. Pero yo fui convencido de que el evento iba a tener lugar. Las gentes del sitio no sabían que decirme. En eso apareció Hebe de Bonafini (quien me ignoró prolijamente) y creo que le consultaron para obtener de respuesta la misma perplejidad que ellos tenían. Cuando me empezó a caer la ficha de que el recital gratuito de Reynolds era puro chamuyo, me fui sonriendo, sabiendo que todo eso que me pasó ERA el recital de Reynolds. Combinaciones de silencios y sonidos que no estabas esperando atestiguar.

2 – “Communists!” de Christopher Small. (3 Macos) Una buena película que vi el viernes a la mañana temprano antes de cumplir con las obligaciones del día. Me intrigaba el título y, si bien no estaba esperando que una multitud de comunistas invadan la pantalla, algunas de las cosas que se sucedieron en el film me parecieron armadas como en un pastiche. Ahora que escribo esto me viene a la mente la sensación de que exageraron con el uso de historias con puntos suspensivos. Todo quedó ahí, justo ahí, pero a mitad del camino. Claro, yo soy el espectador. Las historias las puedo concluir yo, los sentidos que otorgo a las historias me pertenecen. Bien. No estoy pidiendo que me lo sirvan todo digerido, pido que me lo sirvan más condimentado. Fue un plato bueno, pero escaso y con un gusto indefinido. Me gustó más la morocha que asumía su lucha con sus temores a cuestas que mandaba a la mierda a la piba que peleaba vaya a saber uno como, por quién y por qué. Nota curiosa: en una escena en un bar alguien está cantando “Palabras para Julia”, aquella misma canción que figura al final del film “Kamchatka” cantado por la gran Liliana Herrero.

3 – En el final del viernes, dos películas más. Jonathan Perel con “Responsabilidad empresarial” (4 Macos). En la intro que Jonathan grabó para esta edición del Bafici dejó todo claro. Era él, cámara en mano, leyendo en madrugadas, las atrocidades cometidas por la dictadura cívico militar de 1976 hasta 1983. Fue con su auto recorriendo empresa por empresa, provincia por provincia, en los lugares exactos donde cientos de obreros eran secuestrados a pedido de la patronal. Montones de luchadores sindicales que encontraban su muerte, desaparición, tortura, encierro ilegal y demás vejaciones al entrar a trabajar a la mañana. Campos de tortura dentro de las empresas. Milicos disfrazados de obreros dentro de las fábricas para perseguir mejor a los luchadores. Listas negras con membretes oficiales de las empresas como muestra de la total impunidad con la que se manejaban.

Ciertos empresarios durante la dictadura cometieron muchísimos crímenes y también deben ser juzgados y condenados por ellos. No solo no perdieron absolutamente nada. Muy por el contrario, incrementaron exponencialmente sus ganancias y dejaron tras sus pasos cadáveres, gente con el cuerpo y el espíritu rotos y cuantiosas deudas que el criminal nazi de la economía que es Domingo Cavallo nos la cargó a todos los argentinos por los siglos de los siglos.

Esto fue el Neoliberalismo nutrido con picanas, ese mismo sistema sociopolítico que reapareció con la democracia de Menem y De La Rúa y volvió a asomar su repugnante cabeza con la democracia del infradotado de Macri. Y si no estamos alertas y en movimiento, volverá a instalarse en nuestro país.

4 - David Blaustein y Andrés Cedrón filmaron “Se va a acabar…” (4 Macos) Este film también trata sobre la dictadura, pero esta vez narrando las historias de quienes resistieron y sobrevivieron. Luchadores peronistas e izquierdistas enfrentando la burocracia sindical (bueno, y en un caso, también representándola, todo hay que decirlo) y enfrentando a la patronal que suele no respetar los derechos de los trabajadores. Mezclando material de archivo, animaciones y testimonios de primera mano, uno puede ver pasado y presente de distintos protagonistas. Incluso hay que considerar que se narran dos pasados: el pre 1976 y el post 1976. Cabe agregar que tanto este film como el anterior también dan cuenta de la antesala de la dictadura. Ese periodo 1974-1975 durante “democracia”, en el cual la Triple A y los milicos ya operaban en crímenes de lesa humanidad.

5 – Más adelante voy a escribir un texto sobre el Bafici político. Pero hoy quería acotar algo. Esta picazón en la mente que me queda al ver films como los dos últimos que comenté. Por muy militante que pueda parecer cierto cine, la verdad es que, por desgracia, se termina consumiendo como mero entretenimiento. Para sumarle más detalles desagradables, es entretenimiento que tiene lugar en CABA, el distrito gobernado por el neoliberalismo hace más de doce años. Todo termina pareciendo como los regalitos que la clase alta le da a la clase media culposa y atemorizada. Y los ciudadanos de las clases bajas, con la ñata contra el vidrio, como es costumbre. Esta farsa se va a tener que terminar alguna vez. Ojalá que pronto.

 


 

Wednesday, March 24, 2021

Bafici 2021 Parte Tres

1 – “La bitácora del sur: El rock indie en Sudamérica” de Omar Díaz. (5 Macos) Impresionante documental que muestra algunas de las bandas del indie de esta parte del mundo. Si bien hubo países omitidos y también hubo bandas omitidas de los países de lo que sí se habló, esta es una genial introducción a los mundos y sonidos de ciertas agrupaciones. Paso a nombrar. De Perú: Suerte Campeón, Gomas, Juan Gris y Mundaka. De Chile: Niños del Cerro y Medio Hermano. De Uruguay: Julen y La Gente Sola, Mux y Carmen Sandiego. De Argentina: Bestia Bebé, Antolín, Él Mató a un Policía Motorizado, Las Ligas Menores y 107 Faunos. 14 grupos en 70 minutos.  Preciosas canciones, aun reconociendo que estos sonidos locales le deben mucho al indie estadounidense y que esa influencia, en ocasiones, cansa un poco. No obstante, todo está por hacerse y el terreno de las músicas siempre está en mutación, el espectro de los campos nuevos a visitarse podría ampliarse en cualquier momento. Grandes lugares en espacios reducidos. Gente con onda. Gatos. Apps para afinar instrumentos. Los ¿cachay? Y otros localismos que me gustaron. Y todas estas bandas luchando contra la “maquinaria culiada” que solo parece interesada en el lucro y nada más.

2 – “You don’t Nomi” de Jeffrey McHale. (4 Macos). Otro documental, esta vez acerca de la película “Showgirls” y su principal protagonista: la actriz Elizabeth Berkley. “Showgirls” fue un film muy denostado al principio y reivindicado muchos años después. Su director, Paul Verhoeven, es el hacedor de varios clásicos del cine a veces admirados por la crítica y a veces éxitos de taquilla. Pero, por este film, no se cansaron de darle con un caño. Yo nunca vi “Showgirls” y sí recuerdo que hace muchos años atrás (cuando, al parecer, todavía no había llegado la hora de revalorarla) Benito en su blog Fuck You, Tiger recomendaba que sus lectores la vean o que la revisiten con nuevos ojos. La verdad, las partes que mostraron durante este documental, me llevaron a pensar que sí que es una mala película. Sin embargo, ¿Qué importa? A veces, parecemos muy pendientes a lo que cierta crítica tiene para decir de algún disco, o película o libro. Y nos olvidamos lo más importante: cada uno de nosotros determina que nos conmueve, o concierne, o gusta y que no. Los críticos solo guían, en el mejor de los casos, y es uno quien anda los caminos.

3 – “Ob scena” de Paloma Orlandini Castro. (4 Macos). En solo 17 minutos, esta realizadora nos ilustra de las artes, partes y discursos que adornan esa “Confusión es Sexo” (como decían los geniales Sonic Youth). La directora se ayuda en su relevamiento de experiencias referidas a lo erótico, la familia y otras yerbas con efectos de sonido y dibujos que se arman y desarman delante de la cámara, revelando que territorios parecen ser tocados por la pornografía y cuáles son las ausencias a la hora del amor físico.

4 – “El mensaje de tu corazón no tiene segunda toma” de Alejandro Rall (4 Macos). Un documental sobre Gran Martell registrando a la antigua su disco “4”. Cada vez que cualquier autor de textos se ve en la tarea de decir quiénes son los tres músicos que forman esta poderosa banda de rock, empiezan a ilustrarnos acerca de ciertos celebres pasados. Esta vez el director dejó afuera aquel pasado para que todo lo que se narre esté en tiempo presente. Genial. Mucho más que un power trío, sus sonidos me recordaron a zapadas eléctricas de los setentas. Andaba dando vueltas por ahí el espíritu de Los Natas, con quienes compartieron escenario y comparten sello discográfico. El Suplemento Radar del domingo pasado (21 de marzo) venía con una nota escrita por Mariano Del Mazo que ilustra muy bien esta banda.

5 – “Orphea” de Alexander Kluge y Khavn De La Cruz (4 Macos). Este último realizador grabó una introducción, según parece, especial para este festival. Es una película un tanto densa, pero ya se consagró como un nuevo clásico del Bafici. Su delirio psicodélico, su fuerte impronta política. Esas crudas denuncias del horror que viven y como mueren esos inmigrantes ilegales, siempre sujetos a la deportación y al eterno ninguneo. Montones de canciones en los más variados idiomas. Rituales, intervenciones, alteraciones. Fotos de los caídos durante la comuna de París. Serpientes y que hacer para evitarlas. Una muchacha en un trance de viajes y más viajes narrados como en una historieta dadaísta o surrealista, que chocan con amargos realismos que muchos insisten en naturalizar.  Esta es la película que tenes que ver de esta edición del Bafici.

6 – “Wheel of fortune and fantasy” de Ryûsuke Hamaguchi. (Las dos primeras historias: 3 Macos y medio; la última historia: 5 Macos). Esta película japonesa dura dos horas. No se pasan volando. Las dos primeras narraciones están bien, pero no me convencieron las actuaciones, en particular la primera. Queda bien graficado ese aire de oportunidades perdidas o melancolía por vivencias que dejaron heridas que no han cicatrizado del todo bien. Sera que esas historias nos dejan en la derrota y no parecen desembocar en alguna puerta abierta. Es en la tercera historia donde partimos de pasados que nos acechan para llegar a presentes del presente que podrían curarnos. Una frágil y tierna complicidad se va armando de a poquito para representarnos un tesoro inesperado. Un feliz giro de la chance que se da por pura casualidad. No vamos a ocultar que estamos golpeados, solo es que queremos darles nuevas pinceladas a los cuadros de nuestras vidas. Gran film.