1 – Un día en mayo de 1993 me hice la rata del secundario y esa mañana me dirigí a Capital en tren. En vez de ir al taller de mi sexto año de la técnica, me fui a la dirección que figuraba como la redacción de Esculpiendo Milagros. Si no me equivoco era el departamento de Norberto Cambiasso. Fui a buscar números atrasados. Justo acababan de publicar el primer número como “Esculpiendo”, antes se llamaban “Escupiendo Milagros” como aquel disco de Blue Aeroplanes. De escupir a esculpir, la revista creció a nuevos horizontes, le nacieron nuevas dimensiones. El depto era pequeño pero bonito y confortable. En el piso había discos de vinilo apilados contra la pared y pilas de aquel nuevo número en cuya tapa estaba la foto de Tom Waits. Si la memoria no me falla, compre ese número y el número 2 de “Escupiendo” con Nick Cave en la tapa, ya tenía los nº 3 y 4 (Iggy Pop y Einstürzende Neubauten en tapa respectivamente). No me compre el mítico primer número porque en la tapa estaba Jesus and Mary Chain y en ese momento juzgue que ya había leído suficiente acerca de ellos. Tenía 18 años, me da un ligero cosquilleo recordar a aquel joven curioso e inquieto que se tomaba el Sarmiento (Moreno-Once; Once-Moreno) para buscar esta revista y cds mientras buscaba trabajo. Toda esta introducción con esta vanidosa anécdota para decir que en esa revista aparecía una reseña discográfica acerca de Almost Never de Biota escrita por Juan José Betbeder y allí, entre una lista de influencias, figuraba un nombre secreto: RADIO FREE EUROPE. Ese mismo grupo misterioso era mencionado en una lista de “Música Difícil”, justo entre Pyrolator y Red Crayola, con unos números de teléfono que invitaban a llamar para encontrar respuestas (¡en casa ni siquiera teníamos teléfono!). Así descubrí a este grupo.
2 – Varios años después, ya ni me acuerdo cuando pero creo que a fines de los noventas, en una librería de la calle Corrientes me compre un libro usado casi a precio de nuevo. Era La Nueva Música (del Industrial al Tecno-Pop) de Adolfo Marín. Un libro español de 1984. Desde las páginas 230 hasta 233 el secreto era minuciosamente revelado. En 1981 Radio Free Europe edita Laughoncue. Eran una banda de Texas, si no me equivoco Red Crayola y Butthole Surfers también son de aquellos pagos. Quizás disfrutan de alguna forma de insularidad geográfica que favorece cierta experimentación sonora. No lo sé.
3 – Marzo de 2010. Recién hoy puedo escuchar este disco. Fueron 17 años, estoy a punto de cumplir 35, estos 17 años de imaginarme esta música sin conocerla tuvieron muchísimas novedades. De un pretérito indefinido a un futuro imperfecto, la historia de nuestras vidas. ¿Y el disco?
4 – 11 canciones en casi 36 minutos, esos son los hechos. Lo que suena se me antoja oscuro, casi diría pesimista. Algo de rock, mucha música ambiental. Este es el único disco que sacaron, su carrera se dio entre 1978 y 1981 en los sótanos de una Norteamérica dirigiéndose a un rancio conservadurismo de la era Reagan. En Gran Bretaña Thatcher hacía lo suyo también. En Argentina la dictadura torturaba y asesinaba ciudadanos, a su vez dejando el terreno listo para que el neoliberalismo florezca. En gran parte de Sudamérica había dictaduras dirigidas por el gobierno de EE.UU. Cabe pensar que esta música oscura era una suerte de manifiesto estético de oposición ante el desalentador panorama político.
5 – El arte de tapa del disco es atrapante, en algunos sitios de Internet lo podrán ver. Por alguna razón, por algo intuitivo e indescifrable para mí, esa estética me dejó pensando en el postmodernismo. Apurado por mi sobrino en una conversación que tuvimos mientras caminábamos por Caballito, se me ocurrió decirle que en definitiva el postmodernismo nunca se definió como programa de acción sino como crisis del programa del modernismo. Parecía ya no haber camino para que el hombre fuera a parir al Hombre Nuevo en algún hipotético futuro. El postmodernismo nos enseñaba los mezquinos placeres del individualismo y nos inculcaba el cinismo de toda una historia lejos del alcance de nuestras manos. Lo “posmo”, la moda y palabrota de los ochentas aquí en nuestro país. Los desastres de la globalización tienen que ser un llamado de alerta a despertarnos de nuestra modorra posmoderna antes de que sea demasiado tarde.
6 – Para mi los Radio Free Europe proponían un rechazo a aquel postmodernismo, que hoy también está viejo. Pero 1981 este grupo tejano hizo el futuro. El post-rock de los noventas y los sonidos más deslumbrantes de la actualidad (High Places, Lucky Dragons) parecen beber de esta fuente de los milagros.
7 – Tenían un tema llamado “Eno’s Funeral”. No está en este disco. Dentro de 17 años te cuento como era que sonaba!
8 – “La construcción del álbum es arquitectónica, detallada, el orden de los temas, la forma en que están unidos, crea una sensación global a lo largo de todo el disco” Adolfo Marín página 232 del libro mencionado más arriba. Desde mediados de diciembre del año pasado y durante enero y febrero de este año estuve revisando las famosas listas de los mejor del 2009, viendo listas de discos y de canciones. En la actualidad, con la ayuda de las nuevas tecnologías, el disco pasó a un segundo plano y es la canción la que pasó a ocupar un lugar más prominente. De hecho, esta ligera sospecha me llevó a considerar a la década del ’50, donde el simple con dos temas era el motor de la difusión de la música de los intérpretes. Los cincuentas hoy de vuelta. El debate de los ‘60s: ¿el disco es una reunión de singles o un artefacto con identidad propia? Hoy tal pregunta siquiera puede formularse. No es que esto sea mejor o peor en si, pero sí que las cuestiones han cambiando. Pero también es muy pronto para decir que el disco murió, hubo últimamente varias obras que niegan este hecho. Más allá de la cuestión acerca de que es más importante, sea disco o canción, nos queda por pensar que es lo que decimos con la música hoy, de que satisfacción estamos hablando.
9 – Como pasa casi siempre en Significados Invisibles, no podes adivinar como podría llegar a sonar la música de la que escribo. Solo te queda acudir al disco. Como pistas el nombre de los temas: Shock Corridor; It Likes You; Suggested Re-Entry; Occupation of France; Fulda Gap; Adada; Falling Million Years; Whore of Babylon; A Couple Scream; Time Between Seconds; Heart of the Matter.
10 – No sé cual es mi tema favorito. Solo sé que es un excelente disco.
11 – El ruido de la máquina de la mente gotea nervios oscuros, sombras esquivas, inconexión, irritación. Brillo espeso de soledad, dudas existenciales. Hastío e iluminación. Perplejidad en los párpados de los oídos del cosmos.
Comentarios extra de último momento: este disco fue editado en una época en la cual la música industrial en particular, y el rock independiente en general, gozaban de una amplia difusión gracias a la cultura del cassette. Más barato y fácil de transportar, una vez más el tema del soporte material trae cuestiones acerca de la producción y el consumo de música.
Cuando la gente de Pitchfork Media le preguntó a Bradford Cox (Deerhunter, Atlas Sound) sobre sus discos favoritos del 2009, este hizo un comentario acerca del disco hecho en colaboración entre Broadcast y The Focus Group: “Ellos hicieron algo que genuinamente me desafió como oyente y hace rato que no me pasaba”. Lo mismo digo acerca de Radio Free Europe y espero que el buenazo de Bradford los haya escuchado. Yo creo que sí.
2 comments:
A mí me pasó lo mismo que a Ud...
RFE rules!
y el libro a la distancia tiene apreciaciones muy graciosas...
cabe
Gracias por tu comentario!! Me resulta una gran alegría encontrar gente con intereses similares!! Un abrazo!!!
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