Thursday, May 12, 2022

The Kinks and the films

1 – No quiero olvidarme de recordarles que la película sobre la que escribí en el post pasado, el post que hablaba de Incredible String Band, también trae una canción de The Kinks, que aparece al principio. Todavía no llegamos a los dos minutos de película y el personaje de Philip Seymour Hoffman, llamado El Conde, es un DJ pirata agitando el éter con “All Day and All of the Night”. Excelente inicio del film. “Los piratas del rock” es la película en cuestión, también conocida como “The Boat That Rocked”, o “Radio Encubierta”, o “Pirate Radio”.

2 – Sí, como dice el título de este post, hoy estoy comentando sobre películas con canciones de The Kinks, en cuatro casos la canción original y un cover también. Veamos el caso del cover ahora. La película es “Juliet, naked” (o “Juliet, al desnudo” o “Amor de vinilo”). El personaje de Ethan Hawke llega a una exhibición del verano del ’64. Supo ser una leyenda del rock alternativo de los noventas, ahora está retirado, bueno, no solo retirado, también crepuscular. Se siente en el aire que algo lo va a traer de vuelta al ruedo, en el ínterin, alguien en esa muestra lo obliga a que toque un tema, presentándolo como la superestrella que nunca fue. Él accede y nos regala su sentida versión de “Waterloo Sunset”. Llegamos a esta cumbre luego de una hora y veinte minutos. Antes y después de este momento, amor en diversas facetas. Hermosa película.

3 – Ahora estamos en el film llamado “El Clan” de Pablo Trapero. Un film argentino del 2015 sobre la Argentina de 1982 a 1985. Los Puccio siguen secuestrando gente por cuenta propia, la dictadura cívico militar está en retirada, pero ellos no. El personaje de Peter Lanzani, quien es nada más ni nada menos que Alejandro Puccio, uno de los hijos de Arquímedes, se pasea por un salón luego de un gran partido de Los Pumas. Saluda y es saludado, felicitado por su desempeño en el rugby. De fondo suena “Sunny Afternoon”, es el inicio del film, al finalizar la vamos a volver a escuchar. El tema termina y ellos ya chuparon a alguien, para pedir dinero para devolver con vida a la víctima del secuestro, cosa que nunca sucederá.

4 – “El robo del siglo” se llama la película y también es argentina, es del 2020 y la dirige Ariel Winograd. Como en la película anterior, aquí también actúa Guillermo Francella. Algún día tendremos que analizar la relación que hay entre Francella y The Kinks. El film trata sobre el asalto a un banco cuidadosamente planeado y está basado en hechos reales. En un momento, al personaje de Diego Peretti se le ocurre la idea que pone en marcha el plan maestro. Va de inmediato al departamento del personaje de Francella a contarle lo que se le acaba de ocurrir. Vamos por los cuarenta minutos de desarrollo de la historia. En cuanto el concepto le quedó claro al financista del golpe, suena “You Really Got Me”, la canción que musicaliza una suerte de videoclip de los involucrados y sus costumbres.

5 – Ahora, “High Fidelity” (o “Alta Fidelidad”, como más les guste llamarla). La película trata sobre las idas y vueltas de un dueño de disquería, la relación con la novia, con las mujeres en general, con sus amigos. Su novia organiza una noche de presentación de un lanzamiento discográfico, con músicos en vivo, DJ y todo. Él no lo sabe nada de todo esto, se entera y empieza a rayarse. Todo está en marcha, parece imparable y, mientras tanto, de fondo suena “Everybody’s Gonna Be Happy”. Poco a poco, nos vamos acercando al final de la historia.

6 – Por supuesto, estoy casi seguro de que estoy dejando más ejemplos afuera, tan solo por no conocerlos. Y es que The Kinks tienen tantos temazos: “I’m not like everybody else”, “Lola”, “I Need You”, “Fancy”, “Victoria” “Tired Of Waiting for You” (ver post del 23 de Agosto del 2006).

Ah, incluso en una edición reciente del Bafici, creo que la del 2019, hubo un par de films acerca de los hermanos Davies, los líderes de esa gran banda británica que son The Kinks.

Canciones que musicalizan escenas. El cine ya trae, en su propia naturaleza, la capacidad de despertar en nosotros montones de lecturas. Si le sumamos las músicas, las lecturas aumentan exponencialmente. Por el momento tenemos cinco canciones con cinco películas para nutrirnos. Seguiremos viendo por más.

 


 

Sunday, May 08, 2022

Vinilo al agua

1 – Fue por casualidad y fue fascinante. Un domingo cualquiera en la casa de mi vieja estaban pasando una película por cable. Justo se dio que vi el fragmento indicado, mientras hacía zapping, saltando de canal en canal. Esta es la escena: a un hombre se les estaban hundiendo en el agua, de un recinto cerrado e inundado, unos discos de vinilo. De fondo suena “Father and Son” de Cat Stevens. Un joven (¿su hijo?) le insiste que los deje hundirse en el suelo y el hombre elige salvar un solo vinilo: “The 5000 Spirits of the Layers of the Onion” de The Incredible String Band. Al salir a la superficie del agua, alguien aparece para ayudarlos a salir de ahí, rescata al joven y luego le toca al hombre mayor. Antes de sacarlo del agua, le arrebata el vinilo y lo arroja al agua diciendo: “Ah, este no es bueno”. Se los aseguro, es más gracioso ver la escena que leer mi narración de la misma, yo me reí, no a carcajadas, pero me reí.

2 – La película en cuestión es del 2009 y se llama “The Boat That Rocked” (o “Los piratas del rock”, o “Radio Encubierta”, o “Pirate Radio”). Yo vi la escena varios años atrás y vi el film entero el año pasado. La película está muy buena, pero esta escena es sencillamente genial. Porque deja bien claro que hay varias formas de apreciar las músicas de los sesentas, que esa es la época de la que trata el film. Esa placa, la que el viejo hippie eligió salvar entre docenas de discos, la misma que el mod descartó sin pensarlo dos veces, es una de las gemas de la psicodelia británica de los sixties. Sabiendo que es una de esas obras maestras que tengo el placer y privilegio de poder escuchar y vibrar, también me pareció que esta escena me daba la excusa perfecta para narrar acerca de ciertos textos y relaciones que vienen unidos para siempre con este disco, según lo que he vivido. Les quiero dar a entender que un disco nunca es un disco y nada más: un disco es un evento único en donde innumerables sendas convergen para luego divergir del mismo. Hay placas que vienen repletas de gentes, lugares, tiempos, vivencias y demás hermosuras. Quiero hablar de eso en este post.

3 – Voy a empezar por Norberto Cambiasso. En su libro “Vendiendo Inglaterra Por Una Libra”, él menciona a Incredible String Band en diez páginas de una obra que tiene 395 páginas. Se ha prometido ampliar el análisis de la banda en alguno de los dos tomos prometidos que aún estamos esperando. Volviendo al tomo que sí tenemos, en la página 50 aparece una elogiosa nota al pie, con los comentarios del ex baterista de Henry Cow y dueño del sello discográfico Recommended Records, Chris Cutler, quien describe las bellezas a las que ISB nos tiene acostumbrados.

4 – En la revista Esculpiendo Milagros, si la memoria no me falla, en el número que lleva a Börk en tapa, hay una entrevista que Alfredo Rosso le hizo a Joe Boyd, un legendario productor que supo trabajar con la ISB. Creo recordar que el bueno de Joe hablaba sobre un encuentro que tuvo con el cantautor cubano Silvio Rodríguez, en la cual el último fue aburriéndose poco a poco de los temas de conversación del primero. Cuando Boyd sintió que la charla ya no daba para más, creyó conveniente acotar una última cosa, antes de llamarse a silencio: “Trabajé con los pibes de la ISB”. Repentinamente, Rodríguez despertó de su sopor y quedó totalmente deslumbrado. ISB era la razón por la cual él estaba en la música.

5 – Las preciosas gentes de la revista Expreso Imaginario una vez decidieron usar una reseña de un disco de ISB llamado “The Hangman’s Beautiful Daughter” a modo de editorial, para no solo hablar de lo hermoso que es el disco, sino que además plantear algún modelo alternativo de acercamiento a las manifestaciones musicales, tanto de parte de los músicos como así también de los públicos. Una declaración de principios, musicalizada con folk rock de alta complejidad que, a su vez, no renunciaba a una juguetona y tierna vulnerabilidad.

6 – Muchos años después, en la revista Revolver, Pablo Schanton volvió a retomar una de las canciones más celebres de este último disco, del cual les hable en el párrafo anterior. Hizo una lista de “rapsodias” en una reseña de un disco de Soda Stereo, en donde ISB convivía con Prefab Sprout, Wire, Slapp Happy, Suarez, Porsuigieco, After Dinner y demás bandas y solistas que gustaban de componer canciones complejas en su aparente simpleza.

7 – “I am the question that cannot be answered” “I am the lover that cannot be lost”, así era el comienzo de “My name is Death”. No sé porque me pareció que era la canción indicada para que alguien le explique la estructura “I am” a unos niños de primaria y no sé porque, en una clase de inglés de mi amigo, esta canción sonó, para el total desconcierto de los niños. Sera que mi amigo y yo nos sentimos hechizados por ese inicio, tan fuerte, tan poético, tan claro y nos pareció que cualquiera podría percibirlo, fuese o no niño. En cuanto se enteró, nuestra amiga en común, se dio cuenta de inmediato que nos habíamos desorientado. ¡Qué lindo desorientarse así!

8 – Voy a una disquería del barrio de Flores a buscar el disco “Editions” de After Dinner, un cd del sello discográfico Recommended Records. Estamos picando el disco el dueño y yo, en un momento las sonoridades que salían de los parlantes llevaron a que Jorge me diga: “me recuerdan a ISB, ¡que olvidados que los tengo! ¡debería volver a escucharlos!” Al decírmelo, sonó como si eso mismo era lo que iba a hacer una vez que cerrase la disquería y fuese a su casa.

9 – Y bueno, aquí y allá: el curso cancelado de Rosso y Lernoud, las fonolas, el libro de Gilbert llamado Satisfaction en la Esma, etc., por doquier, referencias a esta milagrosa banda. Por ende, cuando el tipo ese arrojó al agua el vinilo aquel, de algún modo, nos arrojó a todos al agua, metafóricamente hablando, por supuesto. Lo señalo porque lo más probable es que pusieron en el film una escena así, sabiendo del efecto que iban a lograr, mofarse de un disco tan valorado entre críticos, pero generalmente ignorado por el público.

10 – Sin importar quienes valoran y quienes no, yo nunca me voy a olvidar de la cara del viejo hippie eligiendo, lleno de alegría en el medio de una situación complicada, un disco, tan solo uno, el que quería sacar del barco yéndose a pique, el que iba a querer escuchar en cuanto fuese rescatado y llegase a tierra firme. Las músicas que uno quiere que siempre estén, sin importar tiempo, lugar, circunstancias y demás parámetros. ¿Hay algo más importante que eso? Bueno, sí, pero ahora, hoy, no me importa. Está sonando la increíble banda de cuerdas.

 


 

Tuesday, May 03, 2022

Bafici 2022 – Tercera y última parte

Sábado 30 de abril de 2022

Durante la semana, debido a una serie de asuntos y consideraciones que no vienen al caso detallar, no me sume al Bafici virtual, a diferencia del año pasado. Directamente pasé de un primer fin de semana al último día de exhibiciones presenciales. El domingo primero de mayo, feriado, el Bafici solo va a ser virtual.

Dos películas para cerrar este Bafici 2022. La primera se llama “Happer’s Comet”. (3 Macos y medio). Este es un film estadounidense sin diálogos donde una variada gama de personajes vive distintas experiencias durante la noche. Se escucha, en un momento de la película, la canción “Lazy Calm” de Cocteau Twins (ver post del 4 de septiembre de 2020). Se escucha de fondo, a segundo plano, como si fuese el fantasma de una música. Algo remoto y aun bello. Aparecen más canciones, luego me gustaría averiguar cuáles eran. La película lleva un ritmo lento, pausado. Algunas de las imágenes tienen una hermosa fotografía, quizás hubiese sido mejor aprovechar más los juegos de luces y sombras que la noche favorece.

Luego vino el film “The Case of the Vanishing Gods” (4 Macos). Esta película nos narra los pormenores en la relación entre el cine y la ventriloquía con la ayuda de dos titiriteros a la sombra, pero visibles, y sus muñecos protagonista. En varias sesiones de hipnosis se van apareciendo recuerdos, memorias que nos dejó el cine, algunas muy conocidas y otras no tanto. De hecho, me sorprendió encontrármelo a Anthony Hopkins actuando de un ventrílocuo manipulado y atormentado por su muñeco, el cual me recordó a “Being John Malkovich”, en donde John aparecía actuando como si fuese un muñeco manejado por un titiritero. Los temores que los muñecos generan son clásicos del cine, pero la película quiere también remarcar la magia de unos muñecos que parecen hablar por sí mismos y también pone énfasis en ese antiquísimo miedo que nos vive: que todos los seres humanos no seamos nada más que muñecos usados por dioses para hablarse entre ellos. Que toda esa autonomía y libre albedrio que crees tener, es solo el diseño y el designio de entidades ultra terrenales. Un delirio atemorizante.

Una vez más, le decimos chau al Bafici y vamos viendo que se nos presenta en estos presentes. ¡Salud, amor y buena suerte!