Seguimos revolviendo en los arcones del olvido.
El asunto es el siguiente: escucho una canción y me inspira una historia con un humor similar al que suena desde los parlantes del estereo. O sea traducir sonidos en sensibilidades. Otra manera de contarte porque me gusta la música que me gusta. Acá va la primer historia.
Eran tres los cocineros que tenían un programa de radio, dos hombres y un gorila. El programa se llamaba “La magia en su cocina” e iba los domingos de 13 a 15 hs por una FM barrial de Burzaco. El programa tenía sus momentos, la gente llamaba para pedir recetas y secretos gastronómicos, los elogiaban por sus apropiados comentarios. Los problemas llegaron el día que faltó el operador y el gorila ocupó su lugar, sin el consentimiento de los hombres, que se miraban el uno al otro desconcertados. “La culpa es tuya”, dijo el más bajito, “porque siempre le das manija”. “Pero, admitamoslo”, dijo el bigotudo, “él trajo las mejores recetas”. Del otro lado del vidrio, el gorila bailaba de contento y les preguntaba: “¿Todo bien, muchachos?” “¿Sabes algo de eso, vos?”, le pregunto el bajito, apurandolo. “¡Pero claro, hombre, no os preocupeis!”, dijo, imitando a un gallego, el gorila para aflojar la tensión. Y, sin más, tomó los controles. El programa salió bien. La FM, con sus propios quilombos, cerró al poco tiempo por quiebre. El gorila volvió a su hábito de pesca en la laguna de Lobos. Sentado en su bote sueña con su regreso, por ahí, a algún programa de cable.
Canción: Frank Zappa – Any way the wind blows
Ojala lo hayan disfrutado, amiguitosssss!!!!!!
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