Subtítulo: Fascinante Hornby Modulado
1 – El escritor Nick Hornby ha editado algunos libros, varios de ellos relacionados con la música. En el 2003 publicó “31 Songs”. Yo tengo el libro tanto en inglés como su versión traducida al castellano. Es un hermoso libro con textos memorables que hablan de canciones, algunas de ellas excelentes y otras buenas, pero no tanto como para ponerse a escribir acerca de ellas. Uno de mis textos favoritos me condujo a conocer a una banda que yo desconocía, mismo texto que, a su vez, también me conecta con la canción protagonista del post de hoy. Veamos cómo me las arreglo para desarrollar la cuestión.
2 – En las páginas 103-109 de mi edición en inglés de Penguin Books (2003) o en las páginas 97-102 de mi edición en español de Anagrama/Página 12 (2017), Hornby se explaya sobre una canción llamada “Glorybound” del grupo inglés The Bible. Yo no fui a buscar esta canción luego de leer acerca de ella en el libro. En cambio, fui a buscar su hit “Graceland”. Esta canción figura en el número 60 en aquella lista de canciones a la cual ya me referí en el post sobre Strawberry Switchblade. “Graceland” también aparece en el canal de YouTube llamado FM Horizonte 94.3 Channel, junto a otras tres canciones de esta banda. Parece que el hombre que musicaliza este canal es fan de los Bible. Con cuatro canciones que me gustan de ellos, me parece que yo también estoy por convertirme a la fe de estos músicos. Según el bueno de Nick, el mundo no escuchó a The Bible como ciertamente tampoco escucho a los Friends Again.
3 – Voy a dejarlo hablar por un rato a Hornby: “Hay innumerables bandas como The Bible, bandas con talento, fans leales y discernientes y un par de buenos álbumes, pero la clase equivocada de sello discográfico o manager o corte de pelo o pantalones o simplemente la clase equivocada de suerte. Mi colección de discos está llena de álbumes de grupos que no llegaron a un viaje largo – Friends Again, Hot!House, The Keys, Danny Wilson y Hurrah! (eviten esos signos de admiración, chicos, si quieren una carrera larga en la música – The Bible tuvieron una vez uno y lo abandonaron, pero fue demasiado tarde) – y todos ellos, me parece, podrían haber continuado hasta la fama y la fortuna si…. Bueh, no importa. Los esnobs del pop siempre creen que las bandas que ellos aman han sido tratadas injustamente, que su fracaso es la evidencia de un mundo sin gusto, ignorante y sordo, pero la verdad es que invariablemente estas bandas son demasiado tranquilas, demasiado anónimas, demasiado feas, demasiado inteligentes y han pasado demasiado tiempo escuchando a Chris Bell o The Replacements o Bill Evans en vez de empilcharse, falopearse, maquillarse, arrimarse a catorce añeras, puede que yo aprecie la artesanal cantautoría de Paddy McAloon por sobre la vulgaridad de Eminem, pero sería estúpido fingir que no sé porque Eminem es una estrella más popular.”
4 – Con su particular sentido del humor, este autor nos señala que hay ciertos requisitos que cumplir para que te lluevan los billetes del reconocimiento masivo. No es que el tipo tiene necesariamente razón. Podemos ver claramente que está exagerando para aumentar cierto efecto en nosotros. Ciertamente funciona, a uno le queda el texto en la memoria. Y al mencionar al líder de Prefab Sprout, Hornby señala a un devoto de la confección musical e instala una línea de creadores mucho más ocupados en la creatividad sonora que en darle tela que cortar a la industria del entretenimiento que viene con disfraz de prensa que te informa.
5 – Demasiado anónimos, demasiado tranquilos. Quizás estos adjetivos calificativos le calzan bien a los Friends Again. Lo cierto es que yo solo conozco esta canción de ellos. Tuve que ir a consultar a Discogs para enterarme que solo sacaron un disco llamado “Trapped and Unwrapped” en 1984 por el sello Mercury y una serie de simples entre el 83 y 84 para luego separarse y encarar nuevos proyectos musicales. En YouTube figuran dos versiones de “State of Art”, una de casi 4 minutos y otra de 6 minutos. Me quedo la impresión de que cuenta con más admiradores que la canción del post anterior, por ejemplo. Probablemente a causa de Nick Hornby. Aun cuando últimamente estemos recorriendo las “olvidadas canciones de los ochentas”, hay ciertos olvidos que son más pronunciados que otros.
6 – De la expresión “state-of-the-art” el diccionario tiene para decirnos: “adjetivo. Muy moderno y usando los métodos y las ideas más recientes”. Por ende, podemos concluir que el cantante se pregunta, en repetidas ocasiones: “¿es esto el paraíso o es lo más moderno que hay?” Con un bello arpegio de guitarra acústica que va en segundo plano, arreglos de cuerdas, solos de guitarra pequeños y poderosos, un gran bajo y la batería que cumple bien, esta es una canción en medio tempo. Ni lenta ni a las chapas. Con su propia luminosidad y esa parte con la segunda voz femenina. Con ese final que se me antoja agridulce. Una canción que parece sencilla en una primera escucha, pero luego empiezan a florecerle planos y detalles que son un premio para los oídos.
7 – No es que el mundo sea injusto o ignorante o sordo o sin gusto. Es simplemente que el mundo pone su foco de atención allí donde yo no y viceversa. Para quienes se quejan que hoy las músicas ya no son lo que solían ser. O que tal banda y tal solista ya no publican los discos o canciones que solían publicar. Yo les digo que no le encuentro sentido a sus quejas. Las músicas ya están por doquier, nada ni nadie te obliga a estar al día con el día. Y a quienes no les agradan los pasados, tienen muchos presentes. En cierto modo, elegimos los mundos que queremos habitar. Vos no dejes de elegir. Nos vemos más luego.
1 comment:
Hay una nota acerca de ellos en la revista Record Collector número 551 de diciembre de 2023 que les recomiendo que lean.
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