1 – Mi edición es
la de Booket del 2019 y tiene 528 páginas. El autor ya no está físicamente con
nosotros desde el 24 de diciembre de 2018 pero su espíritu sigue activo y desafiante
en sus obras. Este libro habla de un anarquista y sus obras y actos. Habla de
una sociedad, de unos gobiernos, del choque entre facciones ácratas que
llevaron a la crisis y disolución del movimiento. Describe la pasión,
compromiso y convicción del protagonista y como fueron interpretados los hechos
por aliados, enemigos, autoridades y autores.
2 – Yo me acerque
curioso al libro, siendo que Severino fue un personaje muy odiado y muy amado,
nunca despertó indiferencia en quienes decidían pensarlo. Y me acerque con mi
aprecio a los ideales anarquistas, siendo el anarquismo el único sistema de
ideas que piensa en la libertad plena de los seres humanos, no solo del yugo
capitalista sino también de un Estado burocrático totalitario en el que
finalmente desembocó la puesta en práctica del comunismo en Rusia, por ejemplo.
3 – Antes de
seguir con Di Giovanni, me detengo en Bayer. Osvaldo investigó en muchísimas
fuentes bibliográficas y entrevistó a varios testigos de los hechos. El libro
deja bien claro el rigor que lo condujo en todo ese trabajo. Ese rigor con la
tarea de indagar vuelve un poco densa la tarea de leerlo. Bayer escribió
pensando en la verdad, pero no se preocupó tanto por la belleza, la cual, no
obstante, aparece inesperadamente, pero en pequeñas dosis. Es un libro útil y
necesario y cumple con la misión de dejar todo bien documentado. Pero a un
lector como yo le dejó ganas de un extra de especulaciones indocumentadas.
Cosas que podrían haber aparecido sin más justificación que las ganas de escribirlas.
4 – Sí, Severino
era un idealista. Alguien que trabajaba para que sus sueños se vuelvan realidad
social. Crear un nuevo pacto sociopolítico radicalmente distinto, más justo.
Según uno entiende, el idealismo está peleado con el pragmatismo. Soñar lo que
se anhela lo deja a uno lejos de lo que pasa. Sí, estaba lleno de energía y
amor, pero mal direccionado. Si hubiese sido más práctico, se habría conducido
de otras formas. Hasta dan ganas de meterse en las historias del libro para ir
a darle preguntas a ese héroe maldito. ¿Qué pasaría si esta bomba que vas a
poner acá, con el riesgo de que muera gente inocente, la pones en otro lugar?
¿Qué pasaría si pensamos en otros métodos que no incluyan bombas?
5 – Bayer deja
claro que decidirse por la violencia tiene riesgos. Que decidirse por una
violenta forma de rebeldía trae necesariamente peligros para quien lo decide,
para quienes lo rodean y para quienes son blanco del ataque. Para ser sincero,
me temo que quizás no nos quede mucho más que rebeldía violenta para lograr que
los cambios sociales aparezcan. Pero (y este es un pero importante) tiene que
ser una violencia organizada entre muchos humanos y se tiene que tener bien
claros los costos, lo que se quiere lograr y porque buscar lograrlo con violencias.
Uno de los grandes problemas de mucho anarquismo y de mucho izquierdismo es un
aislamiento de ciertos actores del resto del pueblo que dicen representar.
Severino leyó muchísimo pero no sé si escuchó a mucha gente de diversos
lugares. Si no hay miles en tu revolución, tu revolución parece ave de corto
vuelo. Esos anarquistas de los años veinte o las guerrillas de los setentas son
claros ejemplos de combatientes que quizás despertaban “simpatías de mesa de
bar” en la población, pero no un verdadero compromiso masivo.
6 – Una de las
cosas que más me gustaron enterarme gracias a esta obra era que Severino además
de lector era editor. Publicó revistas y libros. Escribía para sus producciones
y para publicaciones anarquistas extranjeras. Bayer no solo comparte con
nosotros sus hechos, también nos deja apreciar sus literaturas. La hermosura de
sus cartas de amor a América Scarfó. La ferocidad con la que se defendía de
injustos ataques de ciertos personajes que se decían anarquistas, pero eran
otra cosa. La febril lucidez con la que declamaba o protestaba. Si uno elige
quedarse con el paradigma chueco de quienes lo pintaban como un perro rabioso y
nada más, uno está obligado a saber que hay obras que dicen otra cosa acerca de
Di Giovanni. Esas obras hay que leerlas, al menos si uno quiere pensar una
época y no tan solo dedicarse a apresurados juicios vagos. Vagos por inciertos
y vagos por perezosos.
7 – Otra sorpresa
es que me entere que Severino vivió en Ituzáingo y en Morón. ¡En el oeste
estaba el agite! También quiero nombrar esas páginas que me encendieron: entre
las páginas 354 y 360 está el testimonio de como el teniente Franco defendió a
Severino en el brevísimo juicio que tuvo Di Giovanni antes de ser fusilado. Ese
final poético de la página 525 que nos remite a la belleza de esa cita en la
página 399. La nota 177 en las páginas 510 y 511 donde se cuenta, entre otras
cosas, que el tipo torraba en los trenes mientras era el fugitivo más buscado
de Argentina. El terrible, trágico, doloroso final de Aldo Aguzzi narrado en
las páginas 433 y 434. La página 372 donde se cuenta el momento final entre
Severino y Teresina y sus hijos que me hizo llorar de inmediato. El cierre
emotivo que le da Bayer a su libro en las páginas 434 a 437.
8 – “El
anarquista cayó al salir de una imprenta” nos dice Osvaldo (p. 436). La
dictadura de Uriburu decidió vigilar todas las imprentas de la ciudad de Buenos
Aires (quizás las de todo el país, esto último no lo tengo claro) para cazar a
este ácrata y a los demás también. ¡Por dios, que enormes distancias! Yo
escribo y publico esto desde la comodidad de mi casa. Hasta si llegase a pasar
que me estuviesen persiguiendo, seguiría siéndome cómodo escribir y publicar.
Ahora que todo es bastante más sencillo de hacerse es cuando menos cosas
hacemos. Para mí, ese termina siendo el más poderoso legado que nos dejó
Severino: ¡Acción! Pensar, sí, pero también hacer.
9 – El mundo es
un problema.
2 comments:
Is interesting about the form or way you tell to the relater or the writer of book, describing the life of starring into your text. I believe there are 3 starring: You, Goovani and Bayer.
Thank you, Conejogris!! Thanks a lot for reading it!!
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