Sunday, April 24, 2011
BAFICI 2011
BAFICI 2011. Películas sin puntaje y los ojos asombrados.
Al cine no solo hay que tenerle amor, también hay que tenerle paciencia. Esto se me ocurrió pensar en uno de los pasillos del Hoyts del Abasto donde vi, por esas cosas del destino y la comodidad, exclusivamente las trece pelis que vi en mi experiencia 2011 con el Festival de Cine Independiente. Y también me puse cómodo a la hora de subir mis comentarios a Significados Invisibles, esta vez todos en una sola entrada. Dije trece films en el Hoyts del Abasto y es cierto, pero cierto es también que vi 2 movies en el Pasaje Carlos Gardel gratis y al aire libre. Entonces concluimos: fueron 15 películas que voy a pasar a comentar brevemente y no les voy a poner puntaje porque me parece que esta vez quiero dejar el asunto más abierto, ser menos categórico. ¿Por qué? Pensé eso de tenerle paciencia al cine porque en este año no encontré esas grandes películas que siempre voy a buscar. Estoy seguro de que estuvieron pero yo no las vi y además admito ser un fanático de las comedias y me pareció que esta edición del Bafici no tuvo muchas pelis en ese género y ahí me cayó la ficha de mi caprichosa elección de un género por sobre los otros. Y una nueva idea me alumbró la cabeza: operar con el cine tal como me manejo con la música, sin esperar nada en particular, fluyendo en libertad por donde la corriente cinematográfica me lleve. Bueno, las pelis:
1 – lunes 11 de abril, dos films: “Voulez vous coucher avec God?”; la otra “A Letter to Elia”. La primera era un delirio de unos hippies creo que canadienses del año 72 sobre un Dios caprichoso que mandaba a un emisario de su causa en la figura del candidato a presidente de EEUU. Medio colgada, medio fumona pero con momentos encantadores. El segundo film era un homenaje de Scorcese al filmmaker Elia Kazan, aquel realizador que llevó al teatro y al cine aquella obra llamada “A Streetcar Named Desire”. Un homenaje sentido bien denominado diálogo puesto que Scorcese veía en las películas de Kazan parte de su propia biografía.
2 – martes 12 de abril, tres films: “Dad”; “El Eco de las Canciones” y “Le Petit Criminel”. Mi favorita de ese día fue la última, un retrato de un adolescente violento y vulnerable que descubre, inesperadamente, que tiene una hermana que, según su madre, estaba muerta. Luego la conoce y la piba parece tan insólita como él y en el medio está un policía que hace lo posible por que la tensión de la situación no lleve todo al carajo. Dad era eslovena y tenía escenas y diálogos muy bien logrados. El eco… fue realizada por una directora chilena que nació en el exilio en Italia y volvió a Chile cuando la dictadura de Pinochet empezó a aflojar un poquito. La banda de sonido que acompañaba las memorias de la muchacha era espectacular.
3 – viernes 15 de abril, 4 films: Este día pude ver dos pelis con mis sobrinos María Luz y Mariano. Los tres vimos “Scenario du Film ‘Passion’” de Godard. A mi me gustó pero me pareció que no le agradó a Mariano. Las reflexiones del cineasta francés me parecieron interesantes y también me atrapó su aire excéntrico y bohemio. Luego la princesa y el príncipe fueron a cumplir con sus actividades y yo me quede a ver los cortos de O’Reilly que me parecieron geniales, animación salvaje tal cual lo prometía el programa. Luego una película chilena llamada “Post Mortem” una ficción con el golpe de estado de 1973 en Chile como telón de fondo, donde el gobierno democrático de Salvador Allende fue brutalmente aplastado. Por último los tres nos reunimos una vez más y vimos “The Arbor”, un film acerca de la dramaturga británica Andrea Dunbar y la tormentosa vida de ella y de una de sus hijas.
4 – sábado 16 de abril, 3 films: “Enero”, “O somma luce”/ “Cat Effekt” y “Creo que te amo”. Para la primera película nos dieron los cupones para votar y marque que era “Buena”. Pero luego me quede con la sensación de que era regular, me pareció que la trama pedía otra narración y otras actuaciones, igualmente es saludable el esfuerzo. En la segunda función vi dos cortos arriba mencionados y anduvieron un actor hablando del primer corto y los dos directores hablando del segundo medio metraje. Y estaban buenas pero yo andaba cansado y en un par de ocasiones cabecee. Porque, sí, al cine hay que tenerle paciencia, me gustaría contar con una segunda oportunidad para poder opinar mejor. Finalmente, a las 7 de la tarde al aire libre vi “Creo que te amo”, una peli sobre los 107 Faunos, una banda de rock independiente de La Plata. Una banda de muchachos retratados como leves delincuentes hurtando cositas aquí y allá (¿una forma de hablar de los que se bajan música gratis de Internet?) que se reúnen a rockear en el medio del verano platense luego de un día de actividades por separado. Bueno, se nota que me gustó mucho.
5 – domingo 17 de abril, 3 films: “Soi Cumbio”. Primero un poco de verdad, no tenía pensado ver este film pero lo vi con el fin de pasar el tiempo mientras se hacía la hora para ver otras cosas. Pero la peli me sorprendió para bien, me gustó mucho y… en un momento apareció la mismísima Cumbio que se sentó a dos filas de distancia de mí. Y mi costado más cholulo y chusma floreció y no podía dejar de sentir esa cosa tipo: “está en la pantalla y ¡también está acá!” Y en persona es más hermosa que en pantalla. Esta movie es un retrato acertado de una adolescente tratado de vivir en estos tiempos de confusión, tratando de llevar del modo más lúcido posible su personaje público y también me pareció una encantadora “tirana” que armaba y desarmaba situaciones a su alrededor. Bueno, luego llegó “Year without a Summer” que tuvo sus momentos geniales y por último “La Vida Útil” acerca de un empleado de la Cinemateca Uruguaya que le da un giro de gracia a sus circunstancias cuando parece que la crisis quiere devorarse todo.
Todo tiene un final, todo termina. Se terminó el Bafici, se termina este post. Un par de cositas más: el domingo viendo Soi Cumbio en el Pasaje Carlos Gardel pase un frío importante con el vientito otoñal y ¡como me tentaron a comer frituras los otros espectadores! Para mi suerte, solo tenía plata para las entradas pero en casi todas las funciones, niños y niñas se mataban con esos snacks bañados con ese aderezo creo que de queso, con pochoclo, con patitas de pollo… y yo volvía casa y me urgía al menos comerme ¡unos huevos fritos! Una de las promociones que auspiciaba el Bafici decía “Despochoclizate” pero parece que surtió el efecto contrario ¿O era el efecto deseado?
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