El 2008 nos está tratando mal. Ya se fueron mi viejo, la hijita del Dani, la tía de mi cuñada y ahora se fue Mauro. Tenía solo 16 años y murió en un accidente en Padua el 6 de julio.
Pero mejor empiezo por el principio. Un día de mayo Paula nos trajo una idea fabulosa. Nos invitó a tomar clases de salsa a Cintia, Matías y a mí. Ibamos a ir los cuatro los sábados de 3 a 5 de la tarde. Un sábado de incertidumbre llegó después. Al otro sábado decidimos ir, pero yo seguía en mi inseguridad. Sin embargo, esos siete sábados mágicos hicieron polvo mi inmovilidad y la reemplazaron por puro goce. ¡Cuanta felicidad en esas clases de salsa que Mauro daba! ¡Cuantas chicas hermosas! Ritmo, calor, baile, mareos, tropiezos. Tengo que ser sincero y decir ahora mismo que no lograba ni logro seguir la precisión y la gracia que el baile tiene. Como siempre les decía a los chicos: “con un par de años de práctica quizás me salga bien el básico dos” a modo de chiste. Aun así, a mi nunca me importó ni me importa bailar bien. Lo que estaba buscando era mover un poco el culo y de paso adelgazar algo. Y también sacarme de encima la parálisis que atacaba a mis músculos en cuanto escuchaba música para bailar. Entender que el asunto no es hacerlo BIEN sino simplemente hacerlo por que uno tiene GANAS.
Mauro fue, entonces, el que conectó mis ganas de bailar y moverme con mi cuerpo. Lo logró teniendome paciencia y marcando mis errores con suavidad y gentileza. Era un hombre hermoso en todos los sentidos de la palabra. Un joven hermoso que sabía bailar es seguro que dejó muchos corazones de hermosas señoritas en pena. Junto a él, todos habíamos armado un espacio de alegría y amor. Aun sabiendo que tenía que estudiar para los parciales, nunca me sentí con la voluntad de abandonar sus clases. Siempre iba a sobrar tiempo para estudiar. Ademas, nada puede reemplazar la belleza de bailar salsa.
Entonces es acá donde yo lloro. Porque tengo que escribir que un puto accidente de auto se llevo la vida de mi amigo, que quería un montón aun habiendolo conocido por tan poco tiempo. Otra vez tengo que sentirme un poco más solo. Volver a revivir el dolor de perder a alguien querido. Ir despidiendome de él fue algo que amargó varios días de mi vida. Vivíamos algo grande y de repente lo perdimos.
Pero yo soy de los que cree que nunca nadie se va para siempre así nomas. No tan facilmente. Por otra parte, hay algo más que se quedo en nosotros. Seguramente se fue alguien bueno y grande. No creo que él nos quisiera ver tan quietos. No importa cuando ni en que lugar pero hay un homenaje que llevar a cabo. La hermosa celebración de la vida de hoy en nombre de todas las maravillosas personas que ya no están fisicamente. Porque, yo no sé vos, pero yo tengo que seguir insistiendo. Algun día me va a salir el básico dos.
2 comments:
Que puedo decir?La verdad que es un "Poema" hermoso...Mauro seguro ya lo habrá leido...y habrá sonreido como hizo siempre...Tuvimos la suerte de conocer una persona excelente, de alguien que nunca se va a ir, e incluso va a estar para enseñarnos el básico dos a todos....
El Homenaje esta en camino...
Y hoy vos escribiste sobre él!!!
Salsa para vivir, Salsa para ser feliz!!!!
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