David Holzman´s Diary: (3 macos) Llegue con mucha anticipación pero el tiempo fue pasando con rapidez. Filmada en blanco y negro en 1967, es exagerado considerarla El Ciudadano de los sesentas (MUY EXAGERADO). Pero es una buena película, sus modestos experimentos buscan poner en tela de juicio el proyecto narrativo que todo film propone. Nos cuestiona como espectadores. En su afan de retratar la realidad, deja en evidencia que tal cosa no es posible. Hace esto implícita y explicítamente. Una vez más asistimos al gesto, siempre necesario, de apuntar como los medios nos estimulan o nos manipulan. La irritación suele ocurrir a menudo en varias partes de la historia, aunque, en realidad no hay tal historia. Humor y sexualidad. Por ahí sonaba Green Onions. Una confusión imposible de desanudar empieza a teñir la pantalla, a veces hay poca luz, a veces solo oscuridad, solo sonido. La enumeración azarosa de paises mientras se panea dos hileras de bancos de plaza, llenas de viejos sentados mirando o ignorando la cámara de Holzman. Este curioso film no se termina, solo se detiene.
Screaming Masterpiece: (4 macos) Una película donde uno puede escuchar a Björk, Múm o Sigur Ros no puede ser mala. Hasta ahora lo que más me gustó. Hubo un montón de sorpresas, algunas muy buenas, en este documental sobre la música en Islandia. También hubo grupos que no me gustaron. O sea un panorama amplio de lo que ocurre en ese lugar tan extraño y lejano para nosotros. El pasado post punk de Björk estaba documentado, excepto por Kukl. Yo se acerca de esta escena gracias a la notra de Cambiasso en la revista Esculpiendo Milagros, justo esa que tiene en la tapa a la islandesa (mi amor imposible). Poder ser testigo de aquellos sonidos fue muy grato. Varias fueron las canciones que me llevaron a la cumbre de la emoción. Me encanta ese espíritu acuático que murmura en esa música que parece ingrávida. Así fue ese placer, volver en la noche frágil de abril desde Recoleta hasta Once, cantando (susurrando) canciones de Sigur Ros. Tuve que salir cagando del Shopping Abasto y me tome un taxi para llegar al Atlas Recoleta a tiempo. Y lo logre. All is full of love.
The Piano Turner of Earthquakes: Por el momento, lo mejor que ví. Es excelente, le doy 5 macos (creo no exagerar). Fue tal la perplejidad que sentimos en la sala que, esta vez, no aplaudimos al final. Una desorientación alimentada por un film onírico, psicodélico, surrealista. Muy acertado el comentario en Los Inrokuptibles de abril donde llamaban a esto ¨dreamcinema¨comparandolo al ¨dreampop¨de fines de los ochentas. Sueños dentro de sueños, sueños superponiendose, a tal punto que, cuando queremos recordar algo de la película, nos resulta extraño ponerlo en palabras. En un comienzo, los sonidos nos recuerdan a After Dinner, sospecha que no se termina por confirmar. Un historia de amor y música donde las animaciones y los planos exaltan la belleza ultraterrenal de la película, sorprendente en su humor, novedosa por carecer de un hilo conductor claro, tanto más seductora cuando más escondida está la historia. La iluminación está tan bien cuidada que, luego de ver el film, uno se siente maravillado de ver cualquier cosa. Caricias de luz y sombra iluminan nuestra visión, por un momento, en estado de extasis. Una película imperdible, donde el cine llega a las cumbres de su expresión. Hermosa como Ella.
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