¡Qué alegría que me da que me estés escuchando! Esto es MBMS y esta es la emisión número 47 de este podcast. Esta producción sonora es la versión audio de un post que aparece en el blog Significados Invisibles. Un blog que llegó a las cien mil visitas en junio de este año. Hoy me voy a guiar por los números que Blogger y Spotify me brindan para ilustrar ciertos estados de cosas. Voy comenzando.
El viernes 12 de
julio de este 2024 SS. II. cumplió 19 años de existencia. Estoy escribiendo
esto un 21 de julio, no sé cuándo lo publicare en el blog y en el podcast, solo
estoy seguro de que sucederá casi en simultaneo. O sea, publicar en Spotify la
emisión y luego su guion, que es este texto, como post del blog. Aunque hoy por
hoy cien mil visitas son como nada en Internet, si pensamos en plazos de casi
veinte años, para mí son un hermoso montón de probables lecturas. Hay videos de
YouTube que reúnen cien mil visitas en cosa de meses. Pero yo sé que mi blog es
impopular casi por su propia naturaleza, incluso lo entiendo aún menos visitado
que otros blogs o sitios con textos. Cosas como los tópicos que no llaman la
atención, un lento y artesanal proceso de divulgación del blog, el cual trae
potenciales lectores a cuenta gotas, sumado al hecho que las audiencias en
general disfrutan mucho más de ver un video y de escuchar un archivo de audio
antes que de la lectura de un texto; todas son cosas que hay que considerar
cuando uno ve estos numeritos.
Números precisos
y también más o menos. 509 entradas hasta la fecha, 185 comentarios, 101267
visitas, 1378 del mes pasado y 582 del corriente mes. Blogger te muestra de que
país te leyeron, no te cuenta ni de géneros, ni de edades. En los últimos siete días
tenemos: Hong Kong: 155, Israel: 23, Argentina: 7, Estados Unidos: 6, China: 3,
Francia: 2, Singapur: 2, Canadá: 1, Suiza: 1, Alemania: 1, México: 1, Paraguay:
1, Rusia: 1, Otro: 12. En
los últimos treinta días: Hong Kong: 997, Israel: 23, Argentina: 22,
Estados Unidos: 13, China: 10, México: 7, Canadá: 6, Francia: 4, Singapur: 3, Suiza:
2, Perú: 2, Suecia: 2, Chequia: 1, Alemania: 1, España: 1, Croacia: 1,
Lituania: 1, Paraguay: 1, Rusia: 1, Otro: 44. En los últimos tres meses: Hong Kong: 1.52 k, Estados
Unidos: 299, Israel: 202, Argentina: 90, México: 21, Alemania: 15, China: 12,
España: 12, Países Bajos: 12, Francia: 11, Reino Unido: 11, Perú: 9, India: 8,
Canadá: 6, Suiza: 5, Colombia: 5, Uruguay: 5, Singapur: 4, Indonesia: 3, Otro:
1.1 k. En los últimos seis
meses: Hong Kong: 1.51 k, Estados Unidos: 418, India: 315, Israel: 283,
Argentina: 269, Canadá: 129, Singapur: 54, México: 46, Alemania: 45, Francia:
40, España: 34, Reino Unido: 32, Países Bajos: 18, Perú: 15, China: 12, Suiza:
5, Chile: 5, Colombia: 5, Uruguay: 5, Otro: 1.6 k. En los últimos doce meses: Estados Unidos:
2.11 k, Hong Kong: 1.53 k, Argentina: 603, India: 439, Israel: 283, Singapur:
219, Canadá: 196, Alemania: 158, Finlandia: 146, Venezuela: 117, Bangladés:
113, Polonia: 113, Irak: 112, Camboya: 111, Francia: 101, Brasil: 95, Vietnam:
95, Reino Unido: 81, México: 79, Otro: 2.4 k.
Todo el periodo:
Argentina: 21.2 k, Italia: 19.5 k, Estados Unidos: 14.3 k, Singapur: 5.07 k,
Rusia: 3.23 k, México: 3.13 k, Francia: 2.94 k, España: 1.77 k, Alemania: 1.74
k, Hong Kong: 1.53 k, Canadá: 1.32 k, Chile: 1.11 k, Ucrania: 1.03 k, Región
desconocida: 978, Colombia: 970, Perú: 771, Rumania: 718, Suecia: 572, Polonia:
508, Otro: 18.9 k. Yo no sé muy bien que pensar de todos estos números porque
figuran muchos países que no son hispanoparlantes, pero, por otro lado, gente
que sabe castellano hay en todas partes, quizás sean certeros, no lo sé.
Hay una enorme
diferencia entre la gente que visita y la gente que decide comentar. Incluso de
esos 185 comentarios hay que descontar los que son spam y los comentarios que
son míos. También varias de las visitas son mías, pero no fueron muchas. No
releo mucho lo que escribo y cuando lo hago, varias veces releo desde lo que imprimí
de mi blog. Visitar algo en Internet y no comentar es algo que yo hago
habitualmente, así que no tengo nada de que quejarme, aunque sí admito que me
gustaría que hubiese más comentarios. Quizás el futuro traiga algo, quien sabe.
El próximo 27 de
julio MBMS cumplirá dos años de existencia, por ende, sus números son muy
distintos. 46 emisiones, 351 reproducciones, 18 comentarios. En Spotify sí te
hablan de edades y géneros de las audiencias: hay porcentajes de 0 a 17 años,
de 18 a 22 años, de 23 a 27 años, de 28 a 34 años, de 35 a 44 años, de 45 a 59
años y más de 60 años. Hubo un poquito de 0 a 17 años, algo de 23 a 27, también
de 28 a 34, más de 35 a 44 y mucho de 45 a 59, que viene a ser mi franja de
edad, yo tengo 49 años. En cuanto a géneros: hubo mucho masculino, algo
femenino e incluso un poco de No binario. En cuanto a países, te lo define en
porcentajes: Argentina: 86 % del total de oyentes, Chile: 5 %, Estados Unidos:
3 %, Uruguay: 2 %, México: 2 %, España: menos de 1 %, Perú: menos de 1 %,
Brasil: menos de 1 %, Alemania: menos de 1 %, Colombia: menos de 1 %. Casi todo
el público ingresó al podcast desde Spotify, pero hubo una minoría que vino
desde los links del blog. Sin embargo, no hubo comentarios que hagan notar este
crossover. La emisión más escuchada fue la segunda sobre Enrique Symns con 63
reproducciones, le sigue la emisión 3 sobre Clive Bell escribiendo su epifanía
en The Wire Magazine sobre el grupo Henry Cow con 14 reproducciones, los menos
escuchados tienen cuatro reproducciones.
Más de 90 de esas
reproducciones fueron mías, lo admito. No las escuche tan solo por egolatría,
también quería escuchar calidad de audio y que tan interesante terminaba
sonando cada episodio. Tengo que admitir, además, que mis primeras emisiones
fueron bastante flojas. Quizás eso ahuyento a más de un potencial oyente de
MBMS, pero mi podcast con el tiempo fue mejorando, le vendría bien que le den
alguna segunda oportunidad, la cual quizás mañana llegue, quien sabe.
Me han sugerido
que recurra a otras redes sociales, tales como Instagram o TikTok, para
difundir todo eso que tiene lugar en el blog y en el podcast. Pero, por lo que
pude percibir, va a ser como experimentar más indiferencia desde otros canales.
Porque lo que yo comento no tiene el atractivo de lo momentáneo, le tenes que
dedicar tiempo para que pueda significarte algo eso invisible del show. Las
tecnologías del yo nos dejan a los ciudadanos internetianos promedio como
pasivos receptores del pasivismo militante que siempre busca la atención de los
otros acerca de lo privado de cada persona. Es pasivismo y no pasividad, porque
la lucha por la atención ajena al yo es intensa, casi extenuante. Es que SS.
II. fue creado en un mundo muy distinto al que hoy vivimos y el podcast también
está concebido bajo esos parámetros de un mundo viejo, de un mundo del ayer. No
me enorgullece ni me avergüenza que así sea, pero así es. Internet es como el
aire, está por todas partes. Antaño necesitabas una compu y el servicio en tu
casa o ir a un cyber. Hoy el celular ya trae Internet a tu vida por donde
quiera que estés.
No hablo y
escribo buscando que me prestes atención, quiero que tu espíritu se prenda
fuego, mi ambición es grande y a la vez es leve, es el significado invisible
que late en el show de mi maldito maco. Sí admito que lo mío también está
relacionado a las tecnologías del yo, con las cuales creamos discurso basado en
creaciones ajenas que ya tenían un poder simbólico, el cual nosotros
referenciamos. Sin embargo, creo que, por ahora, está bueno dejarlo ahí, en un
blog y en un podcast, extender los límites del alcance no me suena interesante.
Un asunto más y
me voy a seguir mateando: la gente tiene la impresión, al menos eso me parece,
que yo sé acerca de eso que hablo, yo no estoy tan seguro de que sea así. Para
muchos casos y cosos, me manejo con un mínimo ilustrado a las apuradas. Me
explico. Ejemplo: no me gusta Pimpinela. Nunca hable de ellos porque no me
gustan. Pero la frase “no me gusta Pimpinela” es imprecisa. La declaración más
precisa sería: de las canciones de Pimpinela que recibieron radiodifusión y que
yo logre escuchar, ninguna de ellas me gustó. No escuche discos enteros del dúo
de música romántica, no leí biografías o reseñas acerca de ellos. Hice bien en
nunca hablar de ellos porque iba a terminar diciendo cualquier cosa, pero, si
me obligasen, me vería en problemas, no sabría que decir. En ese mismo terreno
inestable tienen lugar mis textos de amor hacia lo que encontré en mi
deambular, textos que llevo 19 años escribiendo y dos años leyendo.
Y, mezclados entre
lo que no me interesa hacer y lo que sí, están mis textos. Me gusta
considerarlos como agua que vive en el rio, una metáfora exagerada, pero útil.
Porque no la bebes, porque no navegas, porque no te bañas, terminas quieto,
sucio y sediento, creyendo que es culpa del mundo. El mundo es un problema,
cierto. Lo mío no es solución, cierto. Pero, quizás, solo quizás, algo de todo
eso de lo que hablo podría aportarte algo que necesitas vivir y te lo perdes
por ver videos de gatitos en TikTok o imágenes en Instagram. Ya sabes que vos
elegís y ya sabes que usas tu tiempo haciendo propaganda de tu vida privada. No
me pidas que haga propaganda de mi vida privada, pues no me interesa, mi vida
es interesante solo para mí, lo considero suficiente así. Pedime que hable de
tu amor, ese infinito cosmos que sos, y el cual casi siempre te empecinas en no
ver. Mi dulce invitación es que abras las puertas de tu imaginación.
Me voy, Nos
vemos. Gracias por leer, gracias por escuchar. Hasta la próxima.
Acá arriba figura
el link en Spotify del podcast My Bloody Maco, para quien quiera escuchar el
formato audio de este guion.
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