1 – El post anterior ya era lo suficientemente largo como para seguir agregándole más cosas. Además, lo que se me ocurrió agregar es más de índole autobiográfico, iba a tener poco que ver con el libro de Abel Gilbert. Sin embargo, fue su lectura la que me inspiró a pensar ciertas cosas.
2 – Se termina la Guerra de Vietnam. Monte Chingolo. La Triple A. Operativo Independencia. El Rodrigazo. No por nada Martín Granovsky supo decir en el programa de Miguel Rep que quería escribir un libro sobre 1975. El año de mi nacimiento fue un año tan horroroso como 1976. En una de mis agendas supe guardar uno de esos recuadros que aparecen en Página 12 recordando a los desaparecidos con una foto y un pequeño texto. Una vez apareció la de un obrero desaparecido el 8 de abril de 1975, un día antes de que yo nazca.
3 – Y en algunos años en marzo me ocurría algo curioso. En cada inicio de clases, con cada nuevo grupo de alumnos, a veces tengo que contar que me pasó en las manos. Y cuando me pongo a explicarles sobre el vocabulario de “familias” en inglés y me pongo a mí mismo de ejemplo, tengo que contarles que hace 13 años falleció mi padre, justo un 24 de marzo. Y en cada 24 de marzo que se conmemora el inicio de la dictadura cívico militar, en ocasiones me acuerdo de mi primo cordobés desaparecido, creo que en 1978. Hace algunos años atrás, justo se dio que conté todos estos datos personales casi clase tras clase. Uno de los niños me dijo: “tu vida es triste”. La verdad no es así. He atravesado ciertos dolores en particular, pero me siento un hombre feliz, en cierto modo. Me rio con frecuencia. Siento mucho amor por ciertas personas y amo mucho escuchar músicas. Tanto que hasta me siento obligado a escribir sobre ellas, me gusta compartir eso que tuve la fortuna de encontrar.
4 – Y como alumno de primaria yo tuve que atravesar algunos años de dictadura, los últimos. 1981, 1982, 1983. Yo no fui a Jardín de Infantes, por ende, mi debut en la escolarización se dio en primer grado. Nunca entendí en aquel 81 que era lo que la maestra quería en mis tareas escolares. Para sumarle más aspectos negativos, le tenía alto cagazo. Aún hoy la veo con miedo. Casi no me quedan dudas de que esa mujer era algo así como un agente de la represión. Tan solo que usaba tiza y pizarrón para torturar y no picana. Aunque 1982 no fue un año mejor para el país, mi situación personal mejoró mucho. Para 1983 el aire en general se sentía mucho más optimista que en los dos años anteriores y a mí me pasaron del turno tarde al turno mañana.
5 – La clase 75 fue la última en ser sorteada para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio. Ya estaba determinado así para que no lo hagan los hijos de los desaparecidos. Yo zafé de la colimba por número bajo. Yo estaba en la secundaria en 1993 cuando me sortearon, junto a todos los otros pibes. Al año siguiente mataron al conscripto Omar Carrasco.
6 – Se separan los Sui Generis. Aparece “Wish you were here” en el Reino Unido. Nace Jeremy, el protagonista de la famosa canción de Pearl Jam, que se suicidó en clases, delante de un docente y de sus compañeros.
7 – Se conmemoraban los veinte años del Bombardeo a Plaza de Mayo de 1955 en el cual murieron más de 300 personas (40 de ellas eran alumnos de primaria que iban en un tranvía) y hubo más de 600 personas heridas. Este hecho atroz luego derivó en el golpe cívico militar que derrocó a Perón, empujándolo al exilio por 18 años. Durante esos 18 años el peronismo estuvo proscripto. Al ser este el movimiento político más popular de Argentina en aquellos tiempos, se puede inferir que los pocos gobiernos democráticos que tuvieron lugar entre 1955 a 1973 eran poco más que una broma.
8 – El 24 de marzo de 1976 fue un miércoles, tal como pasó en este 2021. 16 días después yo iba a cumplir un año de vida. Entre el domingo 28 y el lunes 29 de marzo de 1976 hubo un ataque de la represión, de parte de militares y policías, a pocas cuadras de mi casa, en una casa quinta llamada “La Pastoril” sobre la calle Monsegur en Moreno yendo a La Reja. A pocos metros está la calle Padre Fahy, que es el límite entre ambas localidades del partido de Moreno. En la quinta estaba Roberto Santucho junto a otros militantes. Algunos lograron huir del ataque de las fuerzas armadas, otros fueron detenidos, torturados, asesinados y varios aún figuran como desaparecidos. Cuando vivía en la casa de mis viejos estaba cerca de ese sitio y ahora que ya llevó casi 18 años viviendo solo también vivo en un lugar no muy lejos de esa quinta. Mi familia escuchó ese enfrentamiento. Entre el 84 y el 86 me lo contaron, pero sin mucho detalle. Este año, hablando con mi hermano mayor, me enteré que, según lo que él cree suponer, en los primeros días de abril del 76, teniendo él 17 años de edad, se encontró con esos caídos. Cadáveres, algunos maniatados, mujeres y hombres. Él iba junto a un amigo y un primo, estos dos últimos fallecieron el año pasado. Se encontraron esos cuerpos camino al dique, según entendí, nunca denunció nada, quizás ni mis viejos se enteraron de ese hecho.
9 – Cuando Abel Gilbert nos pide desde su libro “Satisfaction” que pensemos esos silencios durante la dictadura y post dictadura, no creo que la cosa pase por inculpar a quienes callan y sobre que callan. La cosa pasa más bien por pensar como anduvo cierta circulación de valores en ciertos discursos en determinada época como para que las cosas se fueran desarrollando como finalmente lo hicieron. Porque durante los sesentas y setentas se formulaban y reforzaban formas discursivas que encontraban como aceptable el desdén por la vida e integridad física de quien se considerase “enemigo” y, al mismo tiempo, había minoritarios círculos de creadores estéticos que formulaban y reforzaban formas discursivas que exigían de los artistas ilimitado progreso y auto superación, un arte con algún tipo de compromiso filosófico que deje atrás las formas complacientes.
10 – Desde los ochentas en adelante las sociedades poco a poco han empezado a dejar de pedirse cosas mejores a sí mismas. Los noventas fueron aún más cínicos que los ochentas. La primera década de este nuevo siglo 21 tuvo mucha pausa y mucha incertidumbre. Es difícil de determinar si las cosas todavía siguen así o algo ha comenzado a mutar para bien. Lo que nos queda es hacer presentes que no saquen a patadas a los pasados. No recordar esos terrores que ayer vivimos podría ser algo peligroso.
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