Subtítulo: After Fonolas Parte 2
Esta canción aparece en el disco “New Wave”
y fue editada por el sello One Little Indian. En las Fonolas aparece en el
número 675 de la Fonola de materia gris (Parte 14) publicada el 24 de diciembre
de 2014.
Septiembre de 2003. Un sábado de ese mes
fui a El Atril en Morón. Una suerte de librería y disquería pegada a la
estación de trenes del lado del andén donde se toma el tren a Moreno. Revisando
las bateas llenas de CDs de oferta y de los otros, me encontré con el CD de
Soul Family Sensation. La tapa era llamativa pero también un tanto fea, como
hecha en computadora por alguien ajeno a la idea que la banda tenía para el
arte de tapa de su disco. Esto último solo lo estoy imaginando, no encontré
mucha data acerca de ellos, cuando me puse a investigarlos, unos años atrás.
Ese día, sin embargo, no sabía nada de la banda pero si sabía algo del sello.
Era el sello que editaba, y aun edita, a Björk. Y era un CD original a diez
pesos. Entonces lo compre. A casa.
Ya llevaba un mes viviendo solo y tenía 28
años. El primer día que vine a vivir a casa y luego de terminar la mudanza y de
ducharme, prendí la radio y sonó el tema “So in love” de OMD. Excelente canción
de amor que figura en el post del 23 de agosto de 2006, ese sobre una lista de
60 canciones de amor. Yo andaba más enamorado en aquellos días de lo que ando
en estos, pero son etapas, las cosas mutaron ayer y mutaran mañana.
En aquellos días sin TV, yo me ponía a
escuchar música al anochecer, cada vez que la radio no tenía mucho para
ofrecer. Yo no sabía lo que era el “download” e iba a Internet muy de vez en
cuando. Hacía rato se había terminado el 1 peso= 1 dólar y los CDs originales
estaban caros.
En el fresco anochecer de la parte más
tímida de la primavera, con chocolate semi amargo, pasas de uva y vino blanco
dulce, yo me sentaba a escuchar este disco.
Hay que llegar al track número 5 de un
disco con 13 canciones en poco más de una hora. El booklet del CD trae las
letras, además de la formación del grupo y demás datos.
El inicio de la canción suena como si
estuviese enganchado con la canción anterior pero no es así. Como un remolino
de cortinas de sintetizadores. A los diez segundos cambia todo, unas notas en
el teclado claras y luego, a los 18 segundos, una línea en loop de un
instrumento de viento (¿saxo?, ¿flauta?, ¿fagot?), una preciosa línea un tanto
melancólica que vuelve a repetirse más tarde. Una línea que embellece esta
fabulosa NIGHT SONG. Se van sumando las capas rítmicas y melódicas de los
teclados mientras alguien canta: “el viento sopla alrededor de los astilleros y
la evidencia/una caja de jabón para sus causas y su consecuencia/las toneladas
de acero que trabajan y navegan por mares imperiales/hundidas y quemadas por la
sociedad tecno/ aplastadas por la tecnología japonesa”. La canción se pone más
rítmica con la batería electrónica: “la sangre y sudor y músculos con diez mil
lágrimas/que lucharon las guerras de un país, que creyeron en
promesas/literatura de Generaciones Sobrecogidas hundida y quemada por la
sociedad tecno/abrumadas por la tecnología japonesa”. “Sobre las arenas, en las
rutas, a través de la niebla, en la lluvia, atravesando las ciudades de gente
que no puede escapar, sí, ellos lo saben”. Queda repitiéndose una línea
melódica en círculos, a la cual se le agregan nuevos círculos melódicos. A los
cuatro minutos cuatro segundos, una guitarra dream pop que desemboca en un
suave ruido industrial, ya en el final de la canción de casi 5 minutos. La leve
amenaza de la letra no encaja del todo con la seductora embriaguez de la
canción, la letra nos advierte pero la música es la de un hombre que mira toda
esa tecnología japonesa en pleno embeleso. El tecno pop inglés de los ochentas
se encuentra con los gestos musicales del grunge estadounidense de los
noventas.
Esta canción es la única que recuerdo de
memoria de ese disco, es la única que me gusta, las otras doce pasaron sin pena
ni gloria por la noche suburbana. Estoy casi seguro de que este ha sido un
disco totalmente ignorado por las listas de lo mejor del año de aquel 1991, así
como también puede que sea ignorado cuando se revisa lo mejor del género tecno
pop.
Esta es la prueba de que seguir todo el
tiempo listas de aquí y de allá no es suficiente. Solo me bastó serle fiel como
fan al sello One Little Indian para terminar disfrutando esto. De esto hablaba
en el post anterior, no siempre lo que te dicen que es lo mejor te va a
garantizar goce.
En las Fonolas hay 2186 canciones pero no
de todas tengo tanto que contar. Pero, digamos por decir, que si podría ponerme
a contar algo de, al menos, unas 1500 canciones. Ahora bien, no puedo escribir
yo solo 1500 posts como este. Si fuésemos más…
En el post anterior les dije que me pidan
historias, ahora soy yo el que les pido a ustedes historias. Busquen en esas
2186 canciones alguna que les resuene en la memoria de los acontecimientos.
Mándenme eso que quieran narrar a: omarhmiguel@hotmail.com.
Yo voy a leer esas historias suyas y las voy a publicar a sus nombres.
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