1 – Empiezo citándome de puro caradura que soy:
“Probablemente nadie la traiga a tocar en vivo a Argentina y si llega a pasar,
estoy casi seguro que las entradas van a estar tan caras que va a ser difícil
que vaya a verla”. Escribí esto en un post del 20 de octubre de 2015 cuando
hablaba de su más reciente disco “Have you in my wilderness”. Pero, por suerte,
me equivoque. Vino a tocar. La entrada no estaba barata ($ 600 y $ 90 del
servicio de venta – no pregunten, yo tampoco pregunte, pague porque me
entrenaron a pagar, no sé porque pague esos noventa pesos extra) pero quería
verla tocar en vivo y entonces…
2 – El Niceto Club otra vez. El 151 de Once a Av. Córdoba al
5500 otra vez. Otra vez luego de 9 años (la última vez fue el 5 de octubre de
2007 para ver a Joanna Newsom). No puedo creer que pasaron nueve años. Y
pasaron cinco años de mis últimos posts acerca de recitales. Se ve que no soy
un animal de recitales.
3 – Una vez dentro del Niceto, te podías encontrar con una
mesita donde conseguir ediciones en vinilo y en cd de Julia a precios
razonables, a sabiendas de que son importados y que tampoco están baratos los
vinilos de edición nacional (tanto download logró convertir al disco de vinilo
en un fetiche).
4 – Antes de que Julia aparezca, aparece una chica tocando
de artista soporte. No conozco el nombre de la telonera pero me gustó mucho su
música. Era ella con su guitarra y una laptop con bases y melodías pre
grabadas. El público le prestó atención al comenzar pero luego la ignoró. Yo no
quise y no pude. Su voz me recordaba a Julee Cruise, a la cantante de Cranes
(no me acuerdo el nombre), a Giradioses. Algunas secuencias disparadas por ella
me suenan a Björk. La guitarra etérea a lo Cocteau Twins. Muy bueno.
5 – Y luego llegó ELLA. Julia Holter no estaba sola. También
estaban Devin Hoff en contrabajo, Dina Maccabee en violín, viola y coros; y
Corey Fogel en batería y coros. Fue EXCELENTE. Me gustó tanto el recital que me
pareció re cortito. Me quede con ganas de más música. Creo que debe haber
durado lo suyo pues lo demás del público se fueron satisfechos sin reclamar
muchos más bises.
6 – No pude dejar de emocionarme hasta lagrimear cuando
cantó “Hello Stranger”. Me agarro un cosquilleo eléctrico en todo el cuerpo
cuando cantó “Feel You”. Me gustaron un montón los momentos free que hubo en
medio de las canciones. Me gustó mucho la canción nueva que estrenó. Los
manotazos que le daba al teclado por momentos. El contrabajista que ejecutaba
su instrumento con el arco y con los dedos, buscando la sonoridad que las
canciones necesitaban. La violinista también se zarpó de buena. Las fuerzas y sutilezas de la percusión. ¡Tocó
mis dos canciones favoritas de “Have you…”: “Vasquez” y “Betsy on the roof”! Me
quede con las ganas de escuchar “Maxim’s I” de “Loud City Song”. ¡Ese final con
“Sea calls me home”! Por dios, ¡cuánta preciosa música derramó por el éter esta
mujer! Como dijo una chica del público, solo extrañamos algún instrumento de
viento, pero la violinista suplió más que bien esas ausencias.
7 – Y la cortina se cerró. Y me volví pateando hasta Palermo
y de ahí el 57 hasta Moreno. Ah, el rinconcito de los famosos: estaban Norberto
Cambiasso (tempranero, el escritor, el maestro, cuando yo llegue, media hora antes
de las 21 hs, él ya estaba fumando y mirando para todos los wines, quizás
esperando por alguien, era imposible de ver por quien él esperaba vistiendo su
campera), Marcelo Montolivo y Benito Cerati.
8 – Me pareció que fuimos menos público esta vez que en
aquella ocasión cuando vimos a Joanna. Y también me pareció que el público
estaba un tanto frío, un tanto desafectado. Pero solo son impresiones mías. Lo
más probable es que esté equivocado. Pero no siento que me equivoque al
remarcar lo buenísimo que estuvo el recital. Y que espero escuchar mucho más de
ella. En vivo y en grabaciones. Julia Holter me llama a casa, en lucidez, en la
más tierna música, en calma ferocidad. Siempre voy a poder navegar en sus
cielos de música.
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