Pues bien, estamos en Moreno, escuchando a esta banda de la zona, me puse mi sobretodo dark ochentoso porque el frío del invierno volvió. Por enesima vez, me parecía que el único que no conocía a nadie era yo. Lindas chicas, gente con look ¨alternativo¨. Arrancó a eso de las diez y media, terminó a la medianoche. Luego tuve que volver caminando a casa, sin dinero para un remis, sin colectivos, durante más de 30 cuadras. Antes de entrar les compre el segundo EP llamado Paisaje con Disco a $ 6 con 4 canciones (más un track sorpresa), lo escuche al volver a casa, muy bueno. La entrada al recital: $ 5. Se repartían programas, con las canciones que iban a tocar, antes de ir a las butacas, en cada butaca había avioncitos de papel. Muchos de ellos despegaron cuando PCD tocó ¨Ayer no fue un buen día¨. El hit de los muchachos es ¨Lejos¨, festejado por sus fans, reiterado en el bis mientras el público cantaba a gritos el estribillo. Al final dejaron a su máquina de cintas pregrabadas acoplando. El recital estuvo muy bueno, tienes que creerlo, aunque la forma de cantar de Javier me recuerda MUCHO a Leo García, si no me equivoco un amigo del grupo. Fueron 15 hermosas canciones, ya me gustaría conseguir ese primer EP llamado Metabolismo.
Paisaje con Disco presenta la clásica formación pop: dos guitarras, bajo y batería pero logran inyectar personalidad a ese familiar sonido rock nacional que tienen, logrando grandes efectos. Trastocan esa familiaridad, poniendola a su servicio, al revés de tanto rock mimético. Recuerdo el bajo con onda New Order de ¨Así¨. Recuerdo las secuencias pregrabadas, la azafata en off, invitandonos a despegar, a disfrutar del viaje, a no dejarla sola (!!!) en inglés y en castellano. Las piruetas sónicas de S con su guitarra líder. La cuidada estética de la banda en el cd, en el programa, en el avioncito. Frases y más frases, en las letras, en los folletos. El logo electrónico impreso por doquier como un sello distintivo de la agrupación. Había un tema con una base de batería muy buena pero hoy no recuerdo como se llamaba. Algo de Radiohead, algo del under de los ochentas y lo alternativo de los ´90s..... Despegamos, volamos, viajamos y aterrizamos. Me gustaría otro trip de Paisaje con Disco. Justo se largó a llover este domingo cuando escuchaba con los auriculares el EP con sus deliciosos efectos de sonido. Música y lluvia, solo falta ELLA.
Monday, July 24, 2006
Saturday, July 15, 2006
Significados Invisibles de luto
El martes 11 al mediodía me enteré que Syd Barrett murió a los 60 años, aparentemente a causa de una diabetes, el miercoles leí el diario y resulta que ya había sucedido el viernes 7. Fue extraño enterarse de eso, me refiero a su muerte. Me quede en casa recordando un montón de cosas referidas a mi enorme admiración por su alma creadora. De inmediato empecé a revisar cajas y cajones y acumule evidencias de mi fanatismo sobre la mesa, lo hice en silencio. No podía llorar ni podía dejar de sentirme triste: el duende psicodelico se había ido de entre nosotros. Las evidencias antes mencionadas son: 1 caja de 3 cds dedicada a su carrera solista (The Madcap Laughs, Barrett, Opel y bonus tracks). El excelente primer album de Pink Floyd: The Piper at the Gates of Dawn (67), uno de los discos más hermosos que escuche en mi vida, el disco con el que podes responder a la pregunta ¿Que es el rock psicodelico? Sigo: 1 cd con los primeros 5 simples del grupo, en los 2 ultimos ya no estaba presente el bueno de Roger Keith. 1 cd doble pirata con los dos temas inéditos de Syd Barrett para los Floyd: Vegetable Man y Scream Thy Last Scream. Y por último un librito cuadrado con sus letras traducidas al español, del año 1994, editado en España, con un exquisito prólogo de Paco Peiro.
La lejana, ajena historia cuenta algo así: este muchacho allá por 1965 se juntó con Waters, Mason y Wright, bautizó Pink Floyd a esta asociación y compuso casi todas las canciones del período 66-67, a saber: 5 canciones de los primeros 3 singles, 8 canciones del primer lp, una canción en el segundo LP (Jugband Blues - A Saucerful of Secrets - 1968). Según parece, el quía ya andaba medio limado antes de dedicarse al consumo de drogas alucinógenas tales como LSD u hongos. Esto deterioró su psiquis de manera irreversible, se volvió difícil tratar con su conducta errática y consiguieron a David Gilmour para que lo reemplace. Este último le da una mano con sus discos solistas entre el 69 y el 70. Luego desapareció del mapa. Armó una banda llamada Stars para volver al ruedo pero no pasó nada. Hubo varios intentos de traerlo de vuelta al mundo del rock, pero tal cosa nunca sucedió.
Y ahora la historia cercana: hace más de diez años, un amigo quizo chequear mi reacción y me contó esta verdad de hoy, que fue mentira ayer, y entre el pasado y el presente hay una escalofriante coincidencia: él me dijo que había escuchado la noticia por el noticiero de Telefe al mediodía, en el presente tuve que enterarme de la misma manera, la única diferencia es que en el pasado pude alegrarme de enterarme de la verdad (lo juro, es verdad, me asusta que haya sido así de premonitorio). Más historias: ver videos inconsegibles de Barrett haciendo payasadas frente a la cámara de un amigo en la casa de David ¨Peyotes¨. Este año conseguí en DVD la actuación de los Pink en el UFO (que también ví en aquella ocasión). La lista de sus fans: David Bowie, Kevin Ayers, Jesus & Mary Chain, Julian Cope, XTC, Robyn Hitchcock, Here & Now y una cantidad enorme de bandas post-punk, psicodelicas, alternativas, post-rock desde fines de los ´70s hasta la fecha. Mi remera verde fluo graffiteada por el amigo Toto, con el nombre del titán en un circulo. Alfredo Rosso escribiendo sobre el geniecillo en la revista Cantarock Especial Pink Floyd. Las pinturas que hizo y yo jamas ví, las leyendas sobre su reclusión en el sótano de la casa paterna y sus esporádicas apariciones. El hecho de haber admirado su presencia mucho antes de siquiera haber escuchado algo de su música, encandilado por el halo místico de su locura. La tardía acceptación de la expulsión de Barrett del grupo como algo inevitable y la certeza personal de que los Floyd luego grabaron grandes discos sin él, pero nunca alcanzaron la alquimia traviesa de sus comienzos, una magia que el pobre Syd tampoco pudo plasmar en sus discos solistas. Grabaciones caseras de mis amigos de algunas de sus canciones en vinilos o cds a mis cassettes, un cassette trucho con su primer disco solista que escuche innumerables veces al final de mi adolescencia. Toda mi adolescencia estuvo contaminada por su sombra. Escuchar el primer disco de Pink Floyd recostado en un sofa en la oscuridad, desde un vinilo, fue una experiencia que viví como si fuera la primera vez que tomase acido lisérgico. Nunca necesite hacerlo.
Muchos años antes que yo naciera, el tipo había colgado los guantes, no sin antes dejarme de regalo sus canciones, su forma extraña de tocar la guitarra, su voz de caricatura. Yo no puedo olvidarme, ni quiero, de un artista que alumbró mi vida con su música, una música que necesito tanto como el aire que respiro. Muchisimas gracias por todo, Syd. Hasta siempre. Nos encontraremos siempre que tus melodías se enciendan en mi cerebro.
La lejana, ajena historia cuenta algo así: este muchacho allá por 1965 se juntó con Waters, Mason y Wright, bautizó Pink Floyd a esta asociación y compuso casi todas las canciones del período 66-67, a saber: 5 canciones de los primeros 3 singles, 8 canciones del primer lp, una canción en el segundo LP (Jugband Blues - A Saucerful of Secrets - 1968). Según parece, el quía ya andaba medio limado antes de dedicarse al consumo de drogas alucinógenas tales como LSD u hongos. Esto deterioró su psiquis de manera irreversible, se volvió difícil tratar con su conducta errática y consiguieron a David Gilmour para que lo reemplace. Este último le da una mano con sus discos solistas entre el 69 y el 70. Luego desapareció del mapa. Armó una banda llamada Stars para volver al ruedo pero no pasó nada. Hubo varios intentos de traerlo de vuelta al mundo del rock, pero tal cosa nunca sucedió.
Y ahora la historia cercana: hace más de diez años, un amigo quizo chequear mi reacción y me contó esta verdad de hoy, que fue mentira ayer, y entre el pasado y el presente hay una escalofriante coincidencia: él me dijo que había escuchado la noticia por el noticiero de Telefe al mediodía, en el presente tuve que enterarme de la misma manera, la única diferencia es que en el pasado pude alegrarme de enterarme de la verdad (lo juro, es verdad, me asusta que haya sido así de premonitorio). Más historias: ver videos inconsegibles de Barrett haciendo payasadas frente a la cámara de un amigo en la casa de David ¨Peyotes¨. Este año conseguí en DVD la actuación de los Pink en el UFO (que también ví en aquella ocasión). La lista de sus fans: David Bowie, Kevin Ayers, Jesus & Mary Chain, Julian Cope, XTC, Robyn Hitchcock, Here & Now y una cantidad enorme de bandas post-punk, psicodelicas, alternativas, post-rock desde fines de los ´70s hasta la fecha. Mi remera verde fluo graffiteada por el amigo Toto, con el nombre del titán en un circulo. Alfredo Rosso escribiendo sobre el geniecillo en la revista Cantarock Especial Pink Floyd. Las pinturas que hizo y yo jamas ví, las leyendas sobre su reclusión en el sótano de la casa paterna y sus esporádicas apariciones. El hecho de haber admirado su presencia mucho antes de siquiera haber escuchado algo de su música, encandilado por el halo místico de su locura. La tardía acceptación de la expulsión de Barrett del grupo como algo inevitable y la certeza personal de que los Floyd luego grabaron grandes discos sin él, pero nunca alcanzaron la alquimia traviesa de sus comienzos, una magia que el pobre Syd tampoco pudo plasmar en sus discos solistas. Grabaciones caseras de mis amigos de algunas de sus canciones en vinilos o cds a mis cassettes, un cassette trucho con su primer disco solista que escuche innumerables veces al final de mi adolescencia. Toda mi adolescencia estuvo contaminada por su sombra. Escuchar el primer disco de Pink Floyd recostado en un sofa en la oscuridad, desde un vinilo, fue una experiencia que viví como si fuera la primera vez que tomase acido lisérgico. Nunca necesite hacerlo.
Muchos años antes que yo naciera, el tipo había colgado los guantes, no sin antes dejarme de regalo sus canciones, su forma extraña de tocar la guitarra, su voz de caricatura. Yo no puedo olvidarme, ni quiero, de un artista que alumbró mi vida con su música, una música que necesito tanto como el aire que respiro. Muchisimas gracias por todo, Syd. Hasta siempre. Nos encontraremos siempre que tus melodías se enciendan en mi cerebro.
Subscribe to:
Posts (Atom)