1 – Cuando escuchas la canción “La
pregunta” de Babasónicos por primera vez, de inmediato te das cuenta que el
asunto de este tema pasa por la letra antes que la música. La voz de Adrián
Dárgelos suena en tu cara. Y la letra viene cargada de muchas cosas para pensar
y debatir. Por todo eso que poco a poco se va desenvolviendo, todo indicaría
que, para hablar de esta canción, uno también empezaría a escribir pregunta
tras pregunta. No tiene por qué ser así.
2 – Los Babasónicos son famosos por la
larga lista de canciones que ubicaron en las memorias de muchos. Como banda de
hits de radio FM, como banda alternativa, como los que buscan y rebuscan por
varios estilos y direcciones en las músicas pop y rock desde los sesentas en
adelante. Son varias las canciones que me gustan de ellos y aun nunca cumplí
con esa promesa que me hice hace años de ir a verlos en vivo. No puedo
explicarme, ni explicarles, porque, quizás se trata de que con sus músicas me
alcanza, no sé si yo estoy en sintonía con su histrionismo escénico.
3 – Mi asunto con ellos arrancó allá por el
2003 cuando me conseguí “Jessico” en cd original y llegó a una pausa allá por
febrero de 2012 cuando obtuve “A propósito” en cd trucho. Antes del 2003 y
después del 2012, la verdad, no les di mucha bola. Pero hay algo en la “La
pregunta” que me puso en movimiento, de repente, otra vez quise repasar lo que
me gusta de ellos.
4 – Hay en esta canción bastante del sonido
del grupo The XX, algo de los Depeche Mode en los ochentas, por algo que trae
los sonidos de la canción, con generosidad de silencio entre instrumentos,
también me recordaron a “Coming of Age”, canción de los Foster The People. Toda
esta seducción sonora basta para que uno se arrebate con la fuerza de esta
música. Tal vez esto es un “coming of age” de los Babasónicos. Con esto último
quiero decir que, por una vez, ellos parecen lejos del glamour y del kitsch
superfluo de mucha de sus obras, sin
renunciar por ello al curioso sentido del humor que siempre han sabido tener y
tienen.
5 – Para apreciar “Jessico”, primero
conseguí y disfrute del disco “Rocío” de Daniel Melero. Algunos Babasónicos
colaboran en esta placa. Puedo adivinar sus aportes en la preciosidad de
“Descansa en mis brazos”, en “Piña colada”, en “Mañana”, en “Tamarindo”.
Después de la ternura y dulce melancolía del álbum “Rocío” fui a buscar más a
“Jessico” y lo encontré. Yo me siento más cercano a esas delicadezas que al
ruido que tanto les gusta provocar con sus letras.
6 – Desde que arrancaron a principios de
los noventas hasta nuestros días, el asunto de los Babasónicos, o al menos uno
de ellos, es provocar reacciones en sus oyentes a través de letras a veces
beligerantes, a veces inteligentes, siempre llamativas. Dárgelos se resiste a
aclarar que quiere decir cuando escribe eso que canta. Tiene razón. A cada
oyente le queda el espacio para que piense lo que quiera pensar.
7 – Acá quiero hacer un alto en esto de
escribir sobre “La pregunta” y quería hablar de la banda. Tomando los aciertos
de bandas de los ochentas tales como Virus o Los Encargados, entre tantas otras
influencias, la banda trabajó por años en su sonido, en sus músicas y siempre
colaboro con diversos personajes y grupos. Cuando empezaron, eran parte de esa
movida “sónica” junto a Tía Newton (el gran Carca es hoy miembro del grupo),
Suarez, Juana La Loca, Peligrosos Gorriones, Martes Menta, Los Brujos y otros.
Gustavo Cerati con sus Soda Stereo los bancó en aquellos días. Cuando los
Babasónicos se volvieron famosos, ellos acompañaron y apoyaron a diversas
bandas under. Se puede decir que varias de las músicas más interesantes que
tuvieron lugar en nuestro país en los últimos treinta años tienen alguna
relación con ellos. Yo no puedo decir que soy fan de ellos pero tampoco me
parece sensato ignorar sus aportes. No estoy en condiciones de llamarlos
enormes pero sí sé que son considerables, negarse a escucharlos es un error.
8 – Y, entonces, “La pregunta”. Más allá de
esa cosita de “que nos dejen hacer la pregunta” que suena más a cobardía de
otros que propia, la canción es valiente y viene, por fin, a sacudir un poco
las cosas, en esa eterna pausa en la que parece sumergida el pop y rock de
nuestro país. Aunque “La pregunta” trae bastantes respuestas, hay algo que vale
la pena remarcar.
9 – Todo el valor que los oyentes le ponemos
al rock y pop de nuestras zonas viene de una búsqueda de respuestas que empezó
allá, hacia fines de los sesentas. Para los noventas, el rock empezó a volverse
sentencioso y ya no hubo más búsqueda de respuestas, ahora las respuestas eran
aportadas para tranquilidad de quienes no se sienten muy inclinados a pensar
por sí mismos. Luego del quilombo de Cromañón, ya no hubo letra de rock y pop
que no se tome tan solo como malabares de palabras sin cuerpo que las acompañe,
salvo el de algunos sacrificados oyentes aun dispuestos a dejarse encantar por
los cantos de sirena de quienes se dicen “rebeldes” y son solo comerciantes con
música como mercadería que vender y poco más. Y después de tanta agua que pasó
bajo el puente, ahora viene alguien a hablarnos de preguntas. Si bien supo
haber alguien, hace mucho tiempo atrás, que dijo que uno se formula preguntas
cuando ya están dadas las condiciones para proveer respuestas, la cosa es que
hoy están los Babasónicos para traer preguntas antes que respuestas. Preguntas.
Hasta dan ganas de caer en la trampa de creerles otra vez a estos rockeros
picarones y no estoy hablando de Dárgelos y compañía, sino de todos ellos en
general.
10 – Ojo, que Adrián toma buena nota de
esto último que se me ocurrió notar (“¿Quién va a protegerte de mí?”). Pero esa
autoconciencia también podría ser tomada como el nuevo truco de quien es lo
suficientemente listo como ver trampas por doquier y también entiende que lo
suyo quizás es una nueva trampa del carácter representativo que cada uno de
nosotros, los anónimos de siempre, les ubicamos a ellos, los renombrados.
11 – Para 2013 Pablo Schanton escribía que
ya no quería escribir sobre ellos porque ya se había escrito demasiado acerca
de ellos. Y, escribía todo esto en un ensayo sobre un disco de… Babasónicos.
Admitía que no había más de quien hablar. Yo no estoy tan seguro de esa
afirmación, Pablo. Siempre hay de todo sobre lo que escribir, los que reciben
paga de ello deberían saberlo mejor. Si solo van hablar de lo que les gusta,
marginan eso que no y pasaron a elegir por nosotros, tal como pasa en la
política. Si los campos políticos argentinos están todos inundados de miserias,
no usen eso de excusa para comportarse así en los campos de las culturas. Si
las culturas no nos salvan, nada lo hará.
12 – “La pregunta”. Con esta canción uno
piensa y baila y vuelve a pensar. Están quienes se demoran buscando la
referencia específica de alguna parte de la canción, cuestión para nada
recomendable. Yo más bien me sentí invitado por ellos a traer mis propias
preguntas a la fiesta. Que les podamos encontrar respuesta o no, esa no es una
cuestión tan importante hoy. Esta búsqueda de preguntas se me antoja novedosa,
se me antoja estimulante. Entre tanta certeza desacertada de tanto tonto con
título, yo elijo ir por ahí, tirando pasos y preguntas. Puede que latir así
tenga su gracia.