Friday, October 27, 2017

Revista Los Inrockuptibles

1 – Cada vez que me dispuse a escribir acerca de una revista, mis textos me salieron un tanto llorones. Como si me pusiese medio maricón pidiendo el regreso de la revista La Mano (ver post del 28 de mayo de 2011), extrañando que hace mucho que no sale la revista Esculpiendo Milagros (ver post del 31 de mayo de 2013), quejándome plañideramente sobre lo que hay en los kioscos al reseñar el libro sobre la revista Expreso Imaginario (ver post del 24 de agosto de 2016). Pero hoy estoy en escribir distinto. Hoy quiero dejar de quejarme  de que ya no traen desde España la revista Rock de Lux desde mayo de 2013. Hoy quiero celebrar lo que encuentro en los kioscos. Hoy quiero celebrar que tenemos la revista Los Inrockuptibles.
2 – Los Inrockuptibles lleva 21 años de historia. En aquel lejano 1996 mi encuentro con la publicación no me fue posible. Y no solo fue por la falta de dinero. También tuvo algo que ver con la demoledora reseña que leí en el número 12 de EE.MM, en la página 78 escrita por Norberto Cambiasso, que voy a transcribir tal cual apareció:
“Los Inrockuptibles 5
Versión autóctona de la popular revista francesa. Conserva cierta calidad en los reportajes directamente levantados de la publicación original – entre los más resonantes de esta entrega: Nick Cave y el sobreestimado David Cronenberg – y baja su nivel cuando le toca el turno a los flojos periodistas locales. Como prueba, la entrevista de tapa a Gustavo Cerati, donde el prudente medio tono del líder de Soda Stereo palidece ante la apabullante pretensión del reportero, quien se cree mucho más listo de lo que sus absurdos comentarios parecen indicar. Especialmente malas las reseñas de discos, libros y filmes. Aún así, debo admitir que es la publicación más digna aparecida en los últimos tiempos, acabada demostración de que vivimos en la tierra baldía.”
3 – Lo más gracioso es que yo nunca leí esa entrevista y no tengo forma de construir mi propio juicio de valor sobre la misma. Norberto dijo lo que dijo y yo lo tomé como la verdad incuestionable. Algo poco inteligente, obvio. De alguna manera, ese fantasma torpe (que es pura responsabilidad mía) entra en juego al comprar, cada mes, la revista. Mientras leo los artículos y las reseñas, algo me dice que quizás estoy leyendo algo pretensioso o absurdo. Y no es así. A los fantasmas hay que combatirlos con experiencias.
4 – Más allá de lo que dijo Cambiasso, y más allá de la feroz crítica elíptica a la revista Revolver que Norberto escribió en esa última oración, se puede empezar por entender algo muy simple. 21 años después las cosas ya no son lo que eran. Cambiasso dijo lo que dijo sobre el número 5 de la revista. En octubre de este año ya van por el número 229. El tiempo se nos presenta como una distancia asombrosa. Ellos llevan 21 años de existencia. Las tres publicaciones que nombre al empezar este post no vivieron tanto. Con los seis años de La Mano (2004-2010), los seis de EE.MM (1992-1998) y los siete de Expreso Imaginario (1976-1983), lo único que nos queda es imaginar cómo podrían haber ido creciendo con el paso del tiempo. De un periodo de tiempo más largo del que les toco en suerte.
5 – Pero todo hay que decirlo. Tanta longevidad también se debe a que son la subsidiaria argentina de una publicación francesa. Como los 19 años de la revista Rolling Stone, que es la subsidiaria argentina de una publicación estadounidense. La Mano, la Expreso y la Esculpiendo eran cien por cien nacionales, al menos hasta donde yo sé. Si no hubiese algún aporte extranjero, quizás estaríamos hablando en otros términos.
6 – Y como todo hay que decirlo, también sospecho que el medio local es un tanto mezquino con los escritores de la revista. Yo nunca leí algún texto bancándolos, alentándolos, apoyándolos. Parecen estar solos como loco malo. Y ellos mostraron más gratitud con quienes escriben sobre rock en nuestro país. Solían bancar bastante a Pablo Schanton, por ejemplo. Yo nunca me entere que eso haya sido algo recíproco. ¡Son 21 años de laburo! ¡Nada cuesta agradecerles! Y por eso, entonces: ¡¡Gracias por la revista, chicos y chicas!!
7 – Yo también fui mezquino con ellos. Al principio solo me compraba la revista cuando venía con CD. Entre 1999 y 2001. Llegue tres años tarde. De aquellos días solo tengo 5 números. La crisis del 2001 les representó dejar de salir por un tiempo. Yo volví a engancharme con ellos para diciembre de 2003. Siempre que veía algo interesante en tapa, me la compraba. Del período que va del 2004 al 2010 solo me faltan 30 números. Cuando La Mano dejó de salir en noviembre de 2010, me volví fiel a Los Inrockuptibles. Desde junio del 2010 hasta hoy tengo todos los números.
8 – Si bien públicamente no hable muy bien de ellos y en más de una ocasión sus textos bien escritos me dejaron sabor a nada, algo pasó en el número de septiembre de este año, el 228. Había sendas notas a Boom Boom Kid y Sergio Rotman. Yo no soy fan de ninguno de ellos pero disfruto de escuchar algunas canciones de Fun People y algunas de Cienfuegos y Los Fabulosos Cadillacs. No fue una cuestión musical, fue una cuestión social. Son dos artistas independientes argentinos, cada uno a su manera y en sus estilos musicales particulares. Dos lecturas del amplio recorrido del postpunk, del under y de lo indie de los ochentas y noventas en este 2017. Dos visiones del mundo que me resultaron bocanadas de aire fresco en el medio del exasperante clima político de estos últimos tiempos. Cuando la política empieza a fallarnos cada vez más, nos viene a salvar la cultura. Eso es lo que yo sentí que estaba latiendo en ambos reportajes. La idea de que no todo está podrido, hay ciertas cosas que hay que proteger. Por ejemplo, una revista que te deja la curiosidad sonriendo.
9 – En marzo del año pasado algo pasó que no apareció el número 211 en ningún kiosco. Y eso que busque aquí en Moreno y también en C.A.B.A. Misterio. Pero todavía siguen. Ojala que sigan mucho tiempo más.
10 – Cuando escribí el post sobre la revista La Mano usé de ilustración una imagen que ellos armaron para hablar de lo mismo. Hoy la ilustración la dibuje yo. Es una tapa chistosa (bah, yo creo que es graciosa, vaya a saber cómo reaccionaran los demás) como homenaje a esta necesaria revista. La dibuje a Kim Gordon porque ellos ya publicaron reportajes a Thurston Moore y Lee Ranaldo este año y el tema “el regreso de Sonic Youth” fue tratado.
¡Gracias por la revista! Festejemos que el kiosco todavía tiene algo de hermosura para dar. ¡Salud!


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