Wednesday, February 22, 2017

Ante su presencia (Parte 1)


Una tarde de este verano un amigo y yo charlábamos con My Bloody Valentine de fondo, bien bajito. Estábamos en eso cuando él me comenta que decidió ir a verlo al Indio Solari en vivo para su próximo recital. Yo le comente los últimos detalles del “Rolling Stone affaire” y hablamos también del Mal de Parkinson que lo afecta y que probablemente este sea su último recital en vivo. Seguirá editando discos y quiere publicar un par de libros pero me parece que se va a volver difícil que siga con lo de los recitales. Mi amigo ya espera que yo publique un post acerca del Indio cuando finalmente llegue el día en que se vaya de gira a la nada que no nos espera. Pero yo quiero homenajearnos y criticarnos hoy. Mañana creo que no tendrá tanto sentido como lo tiene ahora.
1 – Yo lo vi “in the flesh”
Una mañana de 1993 me fui a un disquería especializada, de esas ubicadas en galerías, que también son llamadas “cuevas”. Andaba en busca de casetes piratas de Los Redondos. Entré y me dirigí al mostrador. Había al costado un tipo pelado mirando una de las paredes con cds pero yo no le di bola. Cuando le pregunte al vendedor por lo que andaba buscando, me miro con una cara como diciendo “¿Pero vos sos boludo?” y solo atino a decirme “¿Por qué no le preguntas al señor?” Yo me di vuelta para ver sin creerle que allí mismo, con nosotros, estaba Carlos Solari. Pero era verdad. Estaba. Yo era muy fanático de la banda en aquel entonces y casi me meo encima cuando me di cuenta que él era él. “No, en este momento no traigo ninguno conmigo” fue la respuesta del Indio mientras me daba la mano. Yo no sabía qué hacer, ni que preguntarle, ni que contarle. Solo le di la mano y no dije nada. Lo vi alejarse por la galería y luego volví con el vendedor que me mostro unos casetes que yo ya tenía. Me fui sin comprar nada y sin poder creer que me lo encontré.
2 – Luzbelito sabe que
Mi fanatismo con los Redondos se terminó cuando sacaron “Ultimo bondi a Finisterre”. Ese disco y el siguiente (Momo Sampler) no son tan buenos como los anteriores discos que sacaron. Los dos primeros discos son mágicos. “Lobo suelto, Cordero atado” y “Luzbelito” son grandes discos. Entre el “Baion” y “La mosca y la sopa” hay grandes canciones. Mi fanatismo también se terminó porque mis criterios ante el rock fueron mutando. Yo carezco de fanatismos. Soy un ferviente seguidor de mis propios impulsos y ellos me llevan para todas partes. No puedo ni quiero quedarme pegado a ninguna devoción con algún fulano en particular. Y hay algo más…
3 – Maco sabe que
Yo puedo admirar las músicas que haga un tal artista u otro tal entretenedor. Podría ir a verlos en vivo y disfrutar de esas melodías, ensayar mis torpes danzas, cantar las letras si se me antoja. Pero la mágica música nunca va a lograr que me olvide que esos fulanos y menganas arriba en el escenario no tienen nada de especial. No los voy a idolatrar. Estoy en contra del culto a la personalidad. Son tan capaces de grandes cosas y de grandes cagadas tal cual yo. No hay nadie quien pueda merecerse una especial atención de nuestra vital fuerza de voluntad. No hay quien represente. Yo me represento a mí mismo. Que haya gente componiendo y ejecutando música excelente no los convierte en seres especiales y no hay humano que pueda convertirse en nada especial haga lo que haga. Todos estamos en las peleas. Estamos todos perdidos. Estamos todos encantados.
En realidad, especiales para mí son las personas que amo pero ninguno de ellos es famoso. Son especiales solo para mí, a mí antojo está decidido así. Pero no los idolatro. Los ídolos no existen.
4 - ¡Vos tenes la culpa, Carlos Solari!
El tipo en sus letras pedía la revolución y no nos aclaro que estaba haciendo bromas nada más. Y nosotros éramos crédulos, le creímos como si viniese Bakunin a traer las revueltas que tirarían abajo este miserable sistema de mierda. Tardó un tiempo en hacerse cargo de que “solo puedo darte un par de promesas” (“Juguetes Perdidos”).  Tendría que haber puesto reparos desde el vamos pero, cuando el asunto empezó a rodar, el tipo sacó sus tajadas de ser ese héroe contracultural que no transaba.
5 - ¡Y nosotros también!
En el pogo más grande del mundo no hay mucho lugar para autocríticas. Chamuyarnos es lo que mejor les sale a algunos. Y nosotros, en ocasiones, no hacemos más que dejarnos chamuyar. La pasión por la música podría ser todo lo que nos una a nosotros, los nadie del público, con ellos, los renombrados arriba del escenario. Esta pasión no está obligada a venir envasada en crítica social. Paul McCartney compuso muchas canciones y amasó una gran fortuna cantándole al amor y otras yerbas. No recuerdo que haya que tenido que pronunciarse por nada social y esto no convierte al cantautor en “la prostituta de Babilonia”. El Indio Solari bien podría haber basado su fuerza expresiva en su lírica y dejar que “todo preso político” se exprese por sus propios medios. Lucrar trabajando de portavoz de marginales es lo que vuelve difícil de fumar al millonario Solari. Suena más sensato cuando canta del amor y otras yerbas. No me molesta que el tipo tenga plata, a nadie le robo para tenerla. Me molesta que tenga que ganar su dinerillo cantando que “el sueño quedo en manos de unos giles”. Yo no estoy tan seguro de esto, Carlos.
6 - ¿Ir a verlo en vivo ahora?
Y la verdad que no…porque él compuso tan solo una canción como solista que me gusta tanto como aquellas gemas ricoteras: “El Charro Chino”. Ese es un temazo. El resto de las canciones del Indio no me gustan, al menos no tanto como para tomarme la molestia de ir a verlo en vivo. Y cuando se pone a cantar aquellas canciones enormes del ayer, se lo extraña a Skay y al resto de los Redonditos de Ricota también. Cuando Beilinson se quedó sin Solari y Solari sin Beilinson, salieron perdiendo ambos. Y los misiles de aquí para allá que volaron desde sendas orillas del final de la amistad los dejaron rotos y mal parados a los dos surubíes querandíes. Con lo bien que tocan y con lo bien que cantan, ninguno por su cuenta conjura al duende de Patricio Rey.
7 – ¿Y dónde encontrar al duende de Patricio Rey?
En un montón de canciones de aquellos discos. De aquellos casetes piratas. Vos derribaste mi joya con tu lunar, vos me enseñaste de esos tipos que son como bombas pequeñitas. Vos me hablaste de esos fulanos con negocios muy difíciles de explicar y fáciles de enseñar. El rock de la cavernas de “El infierno está encantador esta noche”, canción a la que re mezcle en clave dance en la imaginación, haciéndola resonar en mi cabeza como por quince minutos. Cuando la hacía reír a ella cantándole “Nos besamos en tu habitación, escuchando a Los Redondos” cambiando unas líneas de “The Drowners” de Suede. Vos hablabas del más salmón de la ciudad, preso en mi ciudad. Metiste tu rocanrol bajo este pulso y no espero que me jueguen limpio nunca más. Ella está tan linda que yo arrebate. Siempre tengo a mi lado un colchón, así te acostas. Vos que alertabas del que enciende en sueños, la vigilia.
Por todo lo que saltamos, por todo lo que transpiramos, por lo que aullamos. Por los moretones post pogo bajo la ducha a las seis de la mañana, luego del interminable viaje a casa, luego de los recitales. Brindo por todo eso. Y por el duende también.
8 – El Indio Solari toca en vivo
El 11 de marzo en Olavarría. El último recital al que intente ir (de ellos) fue el que iban a dar el 16 de agosto de 1997, también en Olavarría. El intendente de aquel entonces lo suspendió, yo tuve que ir a que me devuelvan la plata de la entrada. Antes había ido a 4 eventos de ellos: dos Obras, un Centro Municipal de Exposiciones y a la cancha de Huracán. No fui a los River que hicieron años después. Mis amigos sí.
Mis amigos también irán a este recital al que no voy a concurrir pero mi ánima estará pogueando con ellos. En las memorias de mi sangre están todas las maravillosas músicas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. El Indio Solari toca en vivo y está vivo hoy. Vos no te pierdas ese recital. Yo no me pierdo de tu mirada.

¡¡¡Y la nada que no nos espera que se vaya a la recalcada concha de su madre!!!

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