2007 fue el año de Joanna Newsom para mí. A fines de marzo conseguí el disco “Ys” (2006). Enorme disco con cinco enormes canciones. El 5 de octubre tocó en vivo en Argentina. Escribí acerca de este evento mágico en un post publicado el 16 de octubre de 2007. A fines de octubre conseguí el disco “The Milk-Eyed Mender” (2004). Otro gran disco, esta vez con 12 canciones. Y luego llegó el momento de armar listas con lo mejor del año en música y ambos discos figuraron, obviamente. También mencione las canciones “Emily”, de “Ys”, y “Peach, Plum, Pear” del otro disco. Aun hoy recuerdo aquellos impactos y hoy sigo encontrando conmovedoras esas voces de Joanna contándome lo que es un meteorito y como la nieve cambia en agua que fluye. Ya desde esos tiempos, hoy relativamente lejanos, estaba enamorado de su voz de caricatura. Luego se vinieron 2 años de silencio, ya no volví a oír de ella por ninguna parte. Solo seguí escuchándola en esos 2 discos milagrosos.
2010 fue el año de su regreso. Publicó “Have One On Me”, disco triple que conseguí a principios de agosto de ese año. Una vez adquirido, baje e imprimí todas las letras de esta colosal obra. Y me pasaron varias cosas. Su voz había cambiado y ya no me gustaba tanto como antes. El disco pasó a formar parte de lo mejor del 2010 en música pero no supe que canción elegir para anotarla en la lista. Quizás me abrumó la escucha de canción tras canción, 18 en total, todas juntas y siguiendo la letra puntillosamente. Quizás un disco triple es demasiado para un tipo afiebrado por el downloading. Sobre saturado por todo lo que se las arregló en conseguir y ansiando más, siempre más. Hace poquito lo volví a picar y me quedó una impresión distinta de la que tuve en aquel 2010. También es un gran disco (generoso, como leí por ahí) que merece una escucha más reposada para apreciar sus tesoros. Y por ahí no escucharlo entero, tal si fuese que uno está cumpliendo con un trabajo a reglamento antes que verse invitado a jugar un rato despreocupadamente. Luego de esto, otra vez sobrevino el silencio.
En el 2012 conseguí la canción “Colleen” de su EP de abril del 2007 llamado “Joanna Newsom & The Ys Street Band EP”. Era la única canción nueva, las otras dos eran reversiones de canciones que ella ya había editado. La obtuve en agosto y de inmediato me di cuenta que la había tocado en aquel mítico recital de 2007. Entre el 2012 y 2014 estuve esperando noticias suyas. Pero no pasaba casi nada.
2015 es el año de “Divers”. Me tuve que enterar por nuevos canales de información, mis fuentes clásicas se olvidaron de nombrarla. Este álbum trae 11 canciones y es un DISCAZO. Trae dos canciones emocionantes: “Divers” y “Time, as a symptom”. Como hice con cada disco de ella, me baje las letras y le seguí el rastro y también lo perdí. Sus letras, y su forma de cantarlas, siempre tienen un extra imposible de definir con claridad pero que hechiza como pocas cosas lo hacen. Otras grandes canciones de este LP son: “A pin-light bent”, “Goose eggs” y “The things I say”.
“Sapokanikan” es otra cosa. Joanna decidió hacer un video para promover esta canción. En el mismo, se la ve a ella cantándola y caminando por New York. Arranca la canción entre sonriente y saltarina y la termina caminando con lágrimas en sus ojos y alejándose de nosotros. Además de la maravilla musical que la engalana, la canción tiene una letra llena de referencias históricas. Para entenderla, uno tiene que empaparse acerca de la historia de New York, literatura inglesa clásica, el antiguo Egipto, acerca de historia del arte, sobre pinturas ocultas bajo otras pinturas. Busquen en la net, que ya se publicaron varios análisis sobre esta canción.
Joanna nos hace esperar mucho pero en el medio de estos cinco años ella estuvo trabajando un montón para terminar dándonos esto: “Divers”, una monumental obra de amor. De amor por la música, de amor por la palabra, de amor por vos y por mí. Escuchala cantar: “el amor no es un síntoma del tiempo, el tiempo es tan solo un síntoma del amor”.
No comments:
Post a Comment