1 – Significados Invisibles fue, es y será un blog político. Son pocas las ocasiones en las cuales hablo de algún tema de la actualidad que no sea música, cine o literatura. Pero en cada ocasión que escribí siempre lo hacía con mi mente situada en una simpatía con lo que yo considero lo mejor del anarquismo y del socialismo. Siempre con un marcado sesgo anticapitalista por considerar al capitalismo como una organización social que potencia elementos nocivos en la gente como el egoísmo y descarta conmovedoras formas de vínculo tales como la solidaridad. De cualquier manera, mi insistencia en hablar de músicas relegadas o películas no siempre consideradas en los circuitos de consumo masivo es, en si misma, una decisión política. Toda esta introducción presenta varios tópicos sin desarrollar (y por el momento así seguirá) porque hoy estoy escribiendo acerca de otro asunto.
2 – El miércoles 27 de octubre la censista llegó a mi casa a las nueve de la mañana. Le toco completar conmigo el formulario largo. Después de eso, me puse a escuchar a Frank Sinatra y a escribir un post que voy a publicar en otro momento. Al mediodía me llamó por fono mi hermano y me dijo, entre otras cosas, que había fallecido Kirchner. No supe que sentir al respecto. Prendí la tele para ver que en todos los canales de aire (no tengo cable) estaban dando la noticia. Y me puse triste y para evitar poner aun peor me puse a ver una peli. Más tarde las cosas por la TV seguían más o menos igual y salí de casa para encontrar todo cerrado por el centro de Moreno y vi en ambas plazas gente reunida. Fui a lo de mi vieja a visitarla y ella también estaba triste. Finalmente volví a casa y tuve la ocurrencia de ver 6, 7, 8 a la noche y ahí sí termine llorando. Necesitaba llorar con alguien más.
3 – Llegue a un punto en que no sé que decir acerca del peronismo. Sí puedo decir que desde diciembre de 1983 hasta hoy, el mejor presidente que tuvimos fue Néstor Kirchner. Alfonsín tuvo más buenas intenciones que capacidad en el manejo del poder. Menem y los suyos destruyeron a mi país con su repugnante política neoliberal. De La Rua fue la continuación del plan de Menem. Los presidentes de la transición fueron inoperantes. Nuestra democracia de casi 27 años tuvo en Kirchner a su mejor exponente. No me siento seguro de hablar de Cristina Fernández porque carezco de la perspectiva que da el paso del tiempo, pero por el momento la cosa parece ir bien. Es que la cuestión ardua de resolver no es tanto el poder ejecutivo, legislativo y judicial en lo macro de una nación. Incluso podría arriesgar que, en ese nivel, la organización política goza de buena salud. Pero en lo micro de los gobiernos provinciales y en especial en los gobiernos de los municipios del conurbano bonaerense la cosa es, como mínimo, digna de desconfianza y en varios casos abiertamente desastrosa. El clientelismo político está desangrando a mi país y este hecho no es de exclusiva responsabilidad de nuestros gobernantes. Muchos de mis vecinos deberían revisar su modo de vida y pensar que tiene de digno recibir la limosna gubernamental a cambio de poco o nada. Por otra parte, la cantidad de intendentes mafiosos y gobernadores veletas que hoy están con Kirchner y ayer estaban con Menem o Duhalde o con cualquiera que este en el poder en ese momento me empuja a pensar que tan legítima es la representación que ellos dicen detentar. No se que decir del peronismo porque en el santo nombre de Perón y Evita se cometieron un montón de atropellos a los derechos humanos en este país. La cuestión del peronismo es digna de pensarse y debatirse con mucha más profundidad de la que normalmente se encuentra en la sociedad.
4 – No nos sorprendamos por como algunos sectores de la sociedad tomaron el deceso del ex presidente. No se puede esperar mucho de aquellos que hicieron de la desestabilizad política su manera de incrementar su poder y sus ganancias. No se le puede pedir mucho a los medios masivos de comunicación que son pensados para mantenernos entretenidos e inertes mientras nos venden productos que, casi siempre, no necesitamos. Pero para crecer y salir de una puerilidad política que parece definirnos desde siempre hace falta menos dedos acusando y más mentes pensando. Antes que mirar que hace el canal 13 o el diario Clarín con informaciones como está o como es que reaccionan ciertas figuras famosas de los más diversos ámbitos, es mejor pensar que hacemos nosotros en estas circunstancias para generar nuevos eventos, nuevas alternativas. Porque desde este enorme dolor y tristeza puedo sacar en limpio que este mandatario recientemente fallecido trajo a mi país momentos de felicidad y uno no puede decir eso de mucha más gente. Y hay más gente luchando y cuestionando cosas gracias a la apertura política que la democracia anda teniendo últimamente.
5 – Conclusión: basta de mentirnos y engañarnos a nosotros mismos. Las cosas cambian cuando de verdad lo deseamos y nos hacemos responsables de nuestras palabras y de nuestros actos. De lo contrario, nosotros también vamos a terminar contribuyendo con aquellos que nos someten.