Este texto que hoy voy a subir me lo envió Laura E. Hace poco que se mudó a vivir con una amiga en un depto alquilado en Capital. Según ella me dijo se basa en algo que le pasó el verano pasado. Ojalá lo disfruten. Nos vemos pronto.
Estuvo lloviendo toda la semana y el viento quiere llevarse algo de este lugar. Pero yo me acuerdo del beso del verano. Estoy aferrada a el, porque es mi amuleto, es lo que evita que me enoje, me entristezca o me vuelva loca por las malas noticias. Bueno, me fui de vacaciones a la costa con mi mamá y mi hermana. Deje latiendo mis otras ilusiones en los suburbios y salí a ver si pasaba algo. Una amiga me hizo el aguante unos días. El día de mi cumpleaños elegí probarme el traje de diosa y me quedaba bien. Me maquille y secretamente, sin siquiera decirmelo a mi, decidí ser un poco más dichosa. Mi amiga y yo salimos a bailar, tomamos y nos pusimos en pedo. Me cruce con un chico que me gustó y él puso otro gusto en mi boca. Yo quería dejar atrás las negativas de otros hermosos chicos que me dejaron sola, los estúpidos! Me lamía las encías y un mar de escalofríos me llamaba bonita, justo a mi!! Pero yo soy hermosa, ojalá EL se diera cuenta. Agarre viaje cuando nos ofrecieron un departamento. Mi amante anónimo me cogió tres veces en esa cama que era como un bote de amor para esperar que otro día nazca. Recuerdo bien el olor cálido de su cabeza, la transpiración, toda la habitación que daba vueltas mientras él entraba y salía de mi. Por las persianas venía el color de la luz de la calle. Yo, en parte, estaba sorprendida, como si hubiese llevado una forma de sombra por un tiempo y ahora ya no. Arrebatada por el orgasmo. En los entretiempos había canciones dulces en mi cabeza. Más tarde volvimos adonde estabamos parando y mi vieja me cago a pedos. Casi ni me importo, me fui a dormir y mientras esperaba que el sueño venga, podía sentir con claridad otra voz en mi, algo violenta, de color rosa intenso, pétalos de carne mojados por la espuma del mar de abrazos. Un dolor hermoso, pedazos de llanto suave que corrían adentro de mi corazón porque estoy feliz de estar hecha de luz. Porque no voy a dejar que me quiten el beso del verano y voy a buscar con quien hacerlo otra vez y entre los dos vamos a mantener abrigado nuestro beso del verano durante todo el año. Cuando el sueño llegó me encontró cambiada, preparada, parada sola en el medio de la calle, con las valijas armadas y cerradas. Lista para irme al futuro donde está la voz gentil y la sonrisa del chico que yo sueño. Las hojas de sus ojos me dejan ciega, la forma del cuerpo me recuerda algo. Acá adentro de mi cuerpo llevo armada la bomba que cuando estalla trae vida caliente.