Absent Friend – Bark Psychosis
So, satisfied, leave without a trace
you taught me doubt
still, you do it again
and it’s hight time I founf myself back on the road
educate myself ‘til it hurts
and it’s high time I satisfy what it takes
it all just seems so differently
and that’s the biggest joke of all
and it’s high time I recognise
so do it again
and it’s growing outside my walls
I can’t relate to where I’ve been
I can’t tell you anything at all
and that’s the biggest joke of all
you know it’s the biggest joke of all
Amigo Ausente
Entonces, satisfecho, marcharse sin huella
vos me enseñaste la duda
aun, lo haces otra vez
y ya es hora de que me encuentre en el camino
educarme a mi mismo hasta que duela
y ya es hora de que me satisfaga por lo que lleva
todo parece tan diferente
y ese es el chiste más grande de todos
y ya es hora de que reconozca
entonces hacerlo otra vez
y está creciendo afuera de mis paredes
no puedo relacionarlo con donde he estado
no puedo decirte nada de nada
y ese es el chiste más grande de todos
vos SABES que ese es el chiste más grande de todos
Esta es una hermosisima canción con una letra enigmática del grupo inglés Bark Psychosis que apareció en el disco Hex.
Va dedicado a la memoria de mi papá, el novio de mi mamá que la dejó siendo tan solo un niño de 79 años. Dedicado a ese ser humano insólito que reía todas sus risas sin dejar ninguna para después.
Dedicado a ese hombre misterioso a veces insoportable, a veces enternecedor. El mago que construía casas de amor. Un caballero generoso, gentil, que quería poco para si y mucho para los demás. Un chaqueño modesto que rumiaba recuerdos sentado en la silla de la soledad mientras escuchaba chamamés por la radio.
Dedicado a Eudoro Eduardo Miguel.
Hay más en la foto de lo que el ojo ve.
Friday, March 28, 2008
Monday, March 03, 2008
El mail que no fue publicado
Siguendo con el rincón de los recuerdos, acá paso a publicar un mail que envie a la revista La Mano entre marzo y abril del 2006 pero no lo publicaron. Era una suerte de respuesta a la columna de opinión de Pablo Schanton por los incidentes protagonizados por fans de los Rolling Stones en su más reciente visita a Argentina. Hoy, no estoy del todo de acuerdo con lo que escribí en ese momento, pero es un buen texto para empezar a reflexionar.
La otra parte de la historia es que sí me publicaron dos mails que les envie en los numeros 31 (octubre 2006) y 33 (diciembre 2006), o sea, tres mails mios habría sido demasiado para publicar.
Entonces, basta de preambulo y aquí estan las palabras.
Que la clase media, consumidora compulsiva de los medios masivos de comunicación, se escandalize de los actos de violencia social no es novedad. Es curioso como fue (y es) asimilado el guerillero Ernesto Guevara olvidando cuidadosamente de contar que su revolución, en parte, se llevaba a cabo matando gente. Pero esta columna deja, a mi criterio, muchas preguntas sin resolver que sería interesante poder abordarlas ¿El gesto del “rolinga” tirandole una piedra a un policía se parecerá al del “callejero” que prendió la bengala sin pensar en las consecuencias? ¿Quienes interpretaron los actos de los Rolling Stones como rebeldía, allá lejos y hace tiempo, en primera instancia? ¿En nombre de esa rebeldía se me permite comportarme a mi antojo? Queda en el aire flotando la agria sospecha de que no nos comportamos de acuerdo a pactos comunitarios de convivencia. Hacemos lo que es “cool” y dejamos de hacer lo que no lo es. Es tristemente lógico que gran parte de la juventud sienta bronca y la exprese de las maneras más contundentes pero la impotencia es una mala guía. Es injusto para con nosotros mismos tolerar las miserias de nuestra sociedad y estallar solo cuando no nos invitaron al festín. Podríamos empezar a entender que no necesitamos actos catárticos, en cambio, podríamos buscar alternativas de vida reales.
Da la sensación, sea aprobandolos o repudiandolos, que festejamos cosas poco constructivas, aun reconociendo que no todo se agota en esas dos posturas, quedan muchos matices por ver. Repudiandolos parece que uno se suma a la casta nefasta de reaccionarios que llevan el mando y lo hacen solo para su bien y no para el bien de todos. Y es fácil decir que es legítimo tirar cascotes cuando uno no es el policía que los recibe, cuando uno no tiene un kiosquito justo en ese lugar y es atacado sin más razones. Es fácil decir que no pueden hacer otra cosa cuando cabe la sospecha de que no han intentado otras vías.
Yo soy público de rock y debo decir que, en general, la reflexión y el cuestionamiento muchas veces brillan por su ausencia. Adentro del horno se puede entender que pudo haber alguien que tiró piedras no por bronca sino porque “está copado hacer cagar a los ratis”. Con el inmenso acceso a la información que hoy tenemos son varios los “rolingas” que no saben quien fue Brian Jones o que no escucharon “Dandelion”. Por supuesto, es una estupidez juzgarlos negativamente por no conocer estos datos nimios, si se quiere. Solo es algo que llama la atención.
Por último, también es curioso que a la hora de elegir idolos, los pibes repiten vicios bien arraigados en toda la sociedad. Eligen individuos y no grupos, compran caudillos, guías espirituales milagrosas. Personalidades o personajes que son admirados por cualidades que no se desprenden de su entorno, les pertenece solo a ellos, por carisma propio. En fin, la corto acá. Un cálido abrazo para todos por allá, si deciden publicar este denso mail, por favor, publiquen mi mail: omarhmiguel@hotmail.com porque me gustaría conocer gente para subir cosas nuevas a mi blogspot: www.significadosinvisibles.blogspot.com. Gracias por todo.
Creo que este es el ultimo post que pertenece a las memorias de mis cuadernos, ojala tenga algo nuevo para contarles pronto.
Nos Vemossssss!!!!!!
La otra parte de la historia es que sí me publicaron dos mails que les envie en los numeros 31 (octubre 2006) y 33 (diciembre 2006), o sea, tres mails mios habría sido demasiado para publicar.
Entonces, basta de preambulo y aquí estan las palabras.
Que la clase media, consumidora compulsiva de los medios masivos de comunicación, se escandalize de los actos de violencia social no es novedad. Es curioso como fue (y es) asimilado el guerillero Ernesto Guevara olvidando cuidadosamente de contar que su revolución, en parte, se llevaba a cabo matando gente. Pero esta columna deja, a mi criterio, muchas preguntas sin resolver que sería interesante poder abordarlas ¿El gesto del “rolinga” tirandole una piedra a un policía se parecerá al del “callejero” que prendió la bengala sin pensar en las consecuencias? ¿Quienes interpretaron los actos de los Rolling Stones como rebeldía, allá lejos y hace tiempo, en primera instancia? ¿En nombre de esa rebeldía se me permite comportarme a mi antojo? Queda en el aire flotando la agria sospecha de que no nos comportamos de acuerdo a pactos comunitarios de convivencia. Hacemos lo que es “cool” y dejamos de hacer lo que no lo es. Es tristemente lógico que gran parte de la juventud sienta bronca y la exprese de las maneras más contundentes pero la impotencia es una mala guía. Es injusto para con nosotros mismos tolerar las miserias de nuestra sociedad y estallar solo cuando no nos invitaron al festín. Podríamos empezar a entender que no necesitamos actos catárticos, en cambio, podríamos buscar alternativas de vida reales.
Da la sensación, sea aprobandolos o repudiandolos, que festejamos cosas poco constructivas, aun reconociendo que no todo se agota en esas dos posturas, quedan muchos matices por ver. Repudiandolos parece que uno se suma a la casta nefasta de reaccionarios que llevan el mando y lo hacen solo para su bien y no para el bien de todos. Y es fácil decir que es legítimo tirar cascotes cuando uno no es el policía que los recibe, cuando uno no tiene un kiosquito justo en ese lugar y es atacado sin más razones. Es fácil decir que no pueden hacer otra cosa cuando cabe la sospecha de que no han intentado otras vías.
Yo soy público de rock y debo decir que, en general, la reflexión y el cuestionamiento muchas veces brillan por su ausencia. Adentro del horno se puede entender que pudo haber alguien que tiró piedras no por bronca sino porque “está copado hacer cagar a los ratis”. Con el inmenso acceso a la información que hoy tenemos son varios los “rolingas” que no saben quien fue Brian Jones o que no escucharon “Dandelion”. Por supuesto, es una estupidez juzgarlos negativamente por no conocer estos datos nimios, si se quiere. Solo es algo que llama la atención.
Por último, también es curioso que a la hora de elegir idolos, los pibes repiten vicios bien arraigados en toda la sociedad. Eligen individuos y no grupos, compran caudillos, guías espirituales milagrosas. Personalidades o personajes que son admirados por cualidades que no se desprenden de su entorno, les pertenece solo a ellos, por carisma propio. En fin, la corto acá. Un cálido abrazo para todos por allá, si deciden publicar este denso mail, por favor, publiquen mi mail: omarhmiguel@hotmail.com porque me gustaría conocer gente para subir cosas nuevas a mi blogspot: www.significadosinvisibles.blogspot.com. Gracias por todo.
Creo que este es el ultimo post que pertenece a las memorias de mis cuadernos, ojala tenga algo nuevo para contarles pronto.
Nos Vemossssss!!!!!!
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