1 – Hace poquito
les contaba que esto de la cuarentena me vino bien por un lado para ponerme al
día con el blog, entre obligaciones y momentos de enorme tristeza referidos a
un reciente hecho personal. También me vino bien para escuchar los casi 140
discos que tenía pendientes para escuchar. Por primera vez, después de más de
15 meses, ya no tengo más nuevos discos para escuchar, ya podría darle segundas
escuchas a un montón de músicas del presente y del pasado. Además, podría
referirme a un par de cosas que vi y pensé en estos días de claustro
involuntario pero necesario para que el COVID-19 no nos joda tanto.
2 – Los muchachos
y muchachas de la enorme revista Crisis (ver post del 10 de enero de 2011) no
llegaron a imprimir su más reciente edición, el número 41. Entonces tomaron una
decisión ejemplar, a la altura de sus valiosos textos, la subieron gratis como
archivo pdf en su sitio de Internet. Cualquier navegante de la red podía
hacerse de un ejemplar de esta magnífica publicación. Yo he comprado en los más
diversos kioscos, casi siempre acá en Moreno, a veces en CABA, los 40 números
anteriores y también ya estaba dispuesto a acercarme al centro de mi municipio
a comprar ese nuevo número. Pero la cuarentena impidió la impresión a papel.
¡Aplausos, abrazos, besos y más para estos autores! Con este gesto nos dicen
que no todo en la vida es lucro, que una cosa es el costo y otra el valor de
dar gratis valiosos escritos. El valor. ¡Alzo mi copa en honor a esa gente!
3 – En una vena
similar, también las mujeres y hombres de The Wire Magazine dejaron la
ventanita abierta por unos días para que podamos recorrer gratis su vasto
catálogo de más de 400 números. Tengo hoy la impresión que, de tanto en tanto,
suelen hacerlo. Acá la cosa no está tan relacionada a dar gratis textos sino
también usar eso como estrategia de publicidad del producto. Una excelente
estrategia de una excelente revista. Por cinco días tuve acceso a los más
remotos ejemplares de sus comienzos y también me bajé los números de febrero a
mayo de este año. En el medio me quedaron sin explorar una tanda de números que
comprenden un período prolongado de tiempo: desde febrero de 2004 hasta enero
de 2020. Si quisiera explorarlos, me debería subscribir, que de eso se trataba
el asunto. Pero la publicación sube, en su sitio de Internet, canciones,
videos, extractos de libros, entrevistas y tantas cosas más que también son
unos maestros de la generosidad. ¡Y también brindo por ellos!
4 – Pero, entre
brindis y brindis, no puedo dejar de recordar algo. Si te fijas, cuando
aparecen esos mensajes tipo “recomendaciones de qué hacer cuando te quedas en
casa encerrado por lo de la cuarentena”, la mano viene en el orden de: “limpiá,
ordená, cociná” y cuando llega el momento de lidiar con las artes te tiran un
“lee” y, por ende, yo desprendo de una sugerencia de ese estilo una lectura mía
que sería “escuchá música”. Bien. ¿Pero porque no te sugieren algo como
“escribí” o “hacé música”? Leer es una estimulante actividad, bueno, todo
depende de que te dediques a leer. Leerlos a Majul o a Lanata me lo imagino
igual de tóxico que escucharlos. Pero escribir es igual de estimulante o quizás
más. ¿Por qué no hacerlo? ¿Y qué me dicen de hacer música? Cantar, silbar,
zapatear. Pero también percutir. Cualquier cosa que tengamos a mano. Una vez me
puse a pulsar esas varas que tienen los hornos por dentro, allí donde uno apoya
la pizzera o lo que sea que uses para hornear. Las pulsaba tal si fuesen
cuerdas de una guitarra. ¡Emitía sonidos geniales! Porque las músicas son
también un trabajo de las orejas y del cuerpo entero, como bien nos enseñó
Pauline Oliveros (ver post del 21 de marzo de 2020). Porque al escribir
encontras tu voz. Hablar pocas veces viene de la mano de una reflexión
elaborada, siento que escribir viene más acompañado de ir pensando cómo se
viven las cosas que nos tocan vivir y como se viven las experiencias que nos
esforzamos para que sucedan.
5 – Entonces,
escribí. Haz músicas. Y busca siempre esos nutrientes que hagan que los
jardines de tu mente estén siempre en flor. Estas son mis invitaciones. Vos
sabrás a que jugar.
No comments:
Post a Comment