1 – Cada vez que me dispuse a escribir acerca de una
revista, mis textos me salieron un tanto llorones. Como si me pusiese medio
maricón pidiendo el regreso de la revista La Mano (ver post del 28 de mayo de
2011), extrañando que hace mucho que no sale la revista Esculpiendo Milagros
(ver post del 31 de mayo de 2013), quejándome plañideramente sobre lo que hay
en los kioscos al reseñar el libro sobre la revista Expreso Imaginario (ver
post del 24 de agosto de 2016). Pero hoy estoy en escribir distinto. Hoy quiero
dejar de quejarme de que ya no traen
desde España la revista Rock de Lux desde mayo de 2013. Hoy quiero celebrar lo
que encuentro en los kioscos. Hoy quiero celebrar que tenemos la revista Los
Inrockuptibles.
2 – Los Inrockuptibles lleva 21 años de historia. En aquel
lejano 1996 mi encuentro con la publicación no me fue posible. Y no solo fue
por la falta de dinero. También tuvo algo que ver con la demoledora reseña que
leí en el número 12 de EE.MM, en la página 78 escrita por Norberto Cambiasso, que
voy a transcribir tal cual apareció:
“Los Inrockuptibles 5
Versión autóctona de la popular revista francesa. Conserva
cierta calidad en los reportajes directamente levantados de la publicación
original – entre los más resonantes de esta entrega: Nick Cave y el
sobreestimado David Cronenberg – y baja su nivel cuando le toca el turno a los
flojos periodistas locales. Como prueba, la entrevista de tapa a Gustavo
Cerati, donde el prudente medio tono del líder de Soda Stereo palidece ante la
apabullante pretensión del reportero, quien se cree mucho más listo de lo que
sus absurdos comentarios parecen indicar. Especialmente malas las reseñas de
discos, libros y filmes. Aún así, debo admitir que es la publicación más digna
aparecida en los últimos tiempos, acabada demostración de que vivimos en la
tierra baldía.”
3 – Lo más gracioso es que yo nunca leí esa entrevista y no
tengo forma de construir mi propio juicio de valor sobre la misma. Norberto
dijo lo que dijo y yo lo tomé como la verdad incuestionable. Algo poco
inteligente, obvio. De alguna manera, ese fantasma torpe (que es pura
responsabilidad mía) entra en juego al comprar, cada mes, la revista. Mientras
leo los artículos y las reseñas, algo me dice que quizás estoy leyendo algo
pretensioso o absurdo. Y no es así. A los fantasmas hay que combatirlos con
experiencias.
4 – Más allá de lo que dijo Cambiasso, y más allá de la
feroz crítica elíptica a la revista Revolver que Norberto escribió en esa
última oración, se puede empezar por entender algo muy simple. 21 años después
las cosas ya no son lo que eran. Cambiasso dijo lo que dijo sobre el número 5
de la revista. En octubre de este año ya van por el número 229. El tiempo se
nos presenta como una distancia asombrosa. Ellos llevan 21 años de existencia.
Las tres publicaciones que nombre al empezar este post no vivieron tanto. Con
los seis años de La Mano (2004-2010), los seis de EE.MM (1992-1998) y los siete
de Expreso Imaginario (1976-1983), lo único que nos queda es imaginar cómo
podrían haber ido creciendo con el paso del tiempo. De un periodo de tiempo más
largo del que les toco en suerte.
5 – Pero todo hay que decirlo. Tanta longevidad también se
debe a que son la subsidiaria argentina de una publicación francesa. Como los
19 años de la revista Rolling Stone, que es la subsidiaria argentina de una
publicación estadounidense. La Mano, la Expreso y la Esculpiendo eran cien por
cien nacionales, al menos hasta donde yo sé. Si no hubiese algún aporte
extranjero, quizás estaríamos hablando en otros términos.
6 – Y como todo hay que decirlo, también sospecho que el
medio local es un tanto mezquino con los escritores de la revista. Yo nunca leí
algún texto bancándolos, alentándolos, apoyándolos. Parecen estar solos como
loco malo. Y ellos mostraron más gratitud con quienes escriben sobre rock en
nuestro país. Solían bancar bastante a Pablo Schanton, por ejemplo. Yo nunca me
entere que eso haya sido algo recíproco. ¡Son 21 años de laburo! ¡Nada cuesta
agradecerles! Y por eso, entonces: ¡¡Gracias por la revista, chicos y chicas!!
7 – Yo también fui mezquino con ellos. Al principio solo me
compraba la revista cuando venía con CD. Entre 1999 y 2001. Llegue tres años
tarde. De aquellos días solo tengo 5 números. La crisis del 2001 les representó
dejar de salir por un tiempo. Yo volví a engancharme con ellos para diciembre
de 2003. Siempre que veía algo interesante en tapa, me la compraba. Del período
que va del 2004 al 2010 solo me faltan 30 números. Cuando La Mano dejó de salir
en noviembre de 2010, me volví fiel a Los Inrockuptibles. Desde junio del 2010
hasta hoy tengo todos los números.
8 – Si bien públicamente no hable muy bien de ellos y en más
de una ocasión sus textos bien escritos me dejaron sabor a nada, algo pasó en
el número de septiembre de este año, el 228. Había sendas notas a Boom Boom Kid
y Sergio Rotman. Yo no soy fan de ninguno de ellos pero disfruto de escuchar
algunas canciones de Fun People y algunas de Cienfuegos y Los Fabulosos
Cadillacs. No fue una cuestión musical, fue una cuestión social. Son dos artistas
independientes argentinos, cada uno a su manera y en sus estilos musicales
particulares. Dos lecturas del amplio recorrido del postpunk, del under y de lo
indie de los ochentas y noventas en este 2017. Dos visiones del mundo que me
resultaron bocanadas de aire fresco en el medio del exasperante clima político
de estos últimos tiempos. Cuando la política empieza a fallarnos cada vez más,
nos viene a salvar la cultura. Eso es lo que yo sentí que estaba latiendo en
ambos reportajes. La idea de que no todo está podrido, hay ciertas cosas que
hay que proteger. Por ejemplo, una revista que te deja la curiosidad sonriendo.
9 – En marzo del año pasado algo pasó que no apareció el
número 211 en ningún kiosco. Y eso que busque aquí en Moreno y también en C.A.B.A.
Misterio. Pero todavía siguen. Ojala que sigan mucho tiempo más.
10 – Cuando escribí el post sobre la revista La Mano usé de
ilustración una imagen que ellos armaron para hablar de lo mismo. Hoy la
ilustración la dibuje yo. Es una tapa chistosa (bah, yo creo que es graciosa,
vaya a saber cómo reaccionaran los demás) como homenaje a esta necesaria
revista. La dibuje a Kim Gordon porque ellos ya publicaron reportajes a
Thurston Moore y Lee Ranaldo este año y el tema “el regreso de Sonic Youth” fue
tratado.
¡Gracias por la revista! Festejemos que el kiosco todavía
tiene algo de hermosura para dar. ¡Salud!
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