Norberto Cambiasso – Vendiendo Inglaterra por una libra

1 – En diciembre del año pasado Norberto Cambiasso publicó el primer tomo, de una serie de tres, de su libro Vendiendo Inglaterra por una libra. Un libro que lleva como subtítulo “Una historia social del rock progresivo británico”. En este primer tomo Norberto narra las transiciones de la psicodelia hacia un rock progresivo multifacético con sus glorias y miserias. Este excelente libro está lleno de una minuciosa labor de amor y humor hacia una música que, indudablemente, apasiona a nuestro autor. Además de prometernos ensayos pormenorizados a futuro de varias bandas prog, en este volumen Cambiasso hace foco en tres bandas en particular: Pink Floyd, Yes y Emerson, Lake and Palmer. Tanto cuando nos comenta las músicas de estas bandas como cuando reseña los free festivals y la contracultura con su desfile de curiosos personajes y enormes bandas under, Norberto no se deja engañar por cierta crítica cultural que vende cuentos a medio cocinar y malas concepciones creadas con espurios propósitos. Pero tampoco escatima en honestidad al hablar de lo que admira y lo que lo decepciona de todas estas bandas, algunas muy conocidas y varias otras tan poco conocidas aun hoy, a casi 50 años de distancia de los eventos y con un supuesto libre acceso a toda la información. Confundir la libre circulación de datos de hoy con criterio fundamentado es un signo de nuestros días. Podemos estar felices de que hay alguien que no se confunde y que sabe que las cosas son más complejas de cómo usualmente nos las narran.

2 – Voy a parafrasear a una lectora de Esculpiendo Milagros para festejar este hermoso libro: “Después de leer tanto esfuerzo de Norberto Cambiasso en diversas publicaciones me resulta reconfortante saberlo” autor de Vendiendo… (Eva Di Romana Aranda de Quilmes en Correo de Lectores de Revista Esculpiendo Milagros Número 2 – Julio 1993). Eva quizás se refería a las notas que Cambiasso publicó en revistas tales como Cerdos y Peces o Rock & Pop. En aquel 1993 ella estaba feliz de verlo a Norberto como director de EE.MM, la mejor publicación musical de nuestro país hasta donde yo sé. Volviendo a este 2015 esta es la primera vez que Norberto edita un libro a su solo nombre. Sin embargo, en varias partes del libro nuestro crítico cultural usa la primera persona del plural, dejando en claro a nosotros, sus lectores, que esta es una obra construida en colaboración. Una colaboración abiertamente reconocida en el Prefacio de esta obra maestra. Ese “nosotros” al cual él se refiere no se trata de un truco de narrador o de alguien con esquizofrenia, es la debida cuenta que Norberto toma de todas esas charlas, debates o discusiones que él tuvo y tiene con colaboradores y amigos acerca de pasiones similares. Plasma los tiempos y lugares que se tuvieron que atravesar para llegar a las conclusiones de hoy.

3 – Números: la discografía nombra 262 discos, la bibliografía menciona 116 libros, el índice temático contiene 3013 referencias. Pregunta: ¿Cuál fue el último libro acerca del rock que leíste en donde el autor escuchó 262 discos y consultó 116 libros antes de sentarse a escribir? Sí, así es. Son pocos los libros de rock en donde el autor se tome tanto trabajo para sostener lo que sostiene. Y, atento, estos discos y libros enlistados vendrían a ser un mínimo indispensable que debe ser consultado antes de comentar acerca de música progresiva británica. Norberto, estoy cien por cien seguro de esto, escuchó y leyó muchísimo más que esto. Por eso cuenta lo que cuenta y por eso lo cuenta de esa manera. Mejor sería que tomemos apuntes de esto todos nosotros, figurines permanentes de la pereza provinciana de nuestras cuentas de Internet.

4 – Yo fui un muchacho afortunado. Después de una niñez, a la que ingrese escuchando a Toquinho y viendo videos de pop extranjero en el programa Música Total y de la que salí como un fundamentalista del rock nacional (cosa que me hizo escuchar grandes canciones y grandes bazofias), llegó la adolescencia. Con 14 años en 1989 estaba con la moda pasajera del tecno de Depeche Mode para luego ir a 1990 en donde comencé a formarme en rock clásico difundido por la Rock & Pop Radio. En 1991 me tomó por asalto Nirvana y entre ese año y el año siguiente tome el curso acelerado en punk rock entre la radio y revistas. Así aprendí que el punk vino al mundo a cambiar las cosas, a matar a los dinosaurios del rock progresivo (y es cierto lo que Cambiasso señala, los críticos que yo leí trataban al rock sinfónico y al rock progresivo como sinónimos, cuando en realidad no es para nada el caso). Para 1993 me encontré con Esculpiendo Milagros y en aquellas revistas me contaron que el rock progresivo tenía y tiene mucho para contarnos; y que no estaba tan caduco como algunos nos hacían creer que estaba. Me resulta llamativo que hoy, más de 20 años después de aquellas literaturas, todavía hay que andar defendiéndolo al rock progresivo de los ataques sin fundamento de algunos críticos de rock.

5 – Una curiosidad: en la página 223 Norberto menciona a Edwin Pouncey (aka Savage Pencil) (yo no sabía que ambos nombres le pertenecían a una sola persona). Este crítico es un asiduo colaborador de la revista británica The Wire. A Cambiasso no le pareció importante aportar este último dato, quizás solo lo olvidó, quizás fue un guiño a los lectores de su libro que lo vienen siguiendo desde los tiempos de EE.MM. Porque la revista The Wire fue reseñada en Esculpiendo Milagros en, al menos, cuatro oportunidades, a saber: N° 6, The Wire #123; N° 9, The Wire #136; N° 12, The Wire #153; N° 14, The Wire #170/171. Todo esto transcurrió entre los años 1994-1998. Insistieron tanto porque la revista era y es una publicación llena de voces que merecen atención. Aunque hace muchísimo que no compro esta revista, siempre trato de mantenerme al tanto acerca de que hablan. Si ya me leyeron antes, yo hable de The Wire en varias ocasiones.

6 – La bibliografía en común entre EE.MM y Vendiendo Inglaterra por una libra no termina en The Wire. Son varios los autores y libros que se consultaron en estos últimos cuatro años para escribir esta monumental obra de hoy, los mismos que se comentaron en aquellas revistas. De hecho, yo les recomiendo que lean Vendiendo… acompañado de la lectura de Esculpiendo Milagros. Si se les complica hacer algo así, no duden en contactarme, que le encontramos solución.

7 – Si me apuran, diría que los problemas del rock y el pop vendrían a ser dos: que hacer en el presente y como leer el pasado. Lo del futuro no es un problema. Es más, diría que cada vez que algún analista se preocupa por la forma de las cosas por venir, está más bien preocupado por la forma que tienen las cosas hoy pero algo les impide ir al grano, algo los empuja a hablar oblicuamente de problemas de hoy como si fuesen a aparecer tan solo mañana. Este libro aporta una manera de leer el pasado. Pero lo del presente es todo un tema aparte. Hoy la voy a hacer corta pero me encantaría seguir discutiéndolo con quien sea en otra ocasión. En la página 263 NC habla de “el estado lamentable del rock contemporáneo”, dejando como evidente que lo que tenemos que hacer por el presente es mucho. Pero, para Norberto, el presente viene siendo un gran problema desde los noventas. Los problemas del presente también tienen su largo pasado. Después de 25 años de camino, me parece que habría que hablar de más cosas del presente, además de lo “lamentable” que es. Yo creo que Cambiasso tiene razón. Pero, a veces, tener razón no es suficiente. Renegar por lo lamentable de estos días no nos deja ver lo que no es lamentable y, créanme, hay cosas provenientes del rock para disfrutar aun hoy, en estos días de poca aventura.

8 – No obstante, si los discos están aflojando, los libros no. Ya lo dije ayer, estos son los buenos tiempos para la bibliografía rock. Leandro Donozo y su editorial Gourmet Musical llevaron a las librerías esta maravilla. Milagrosas páginas esculpidas con primor, provenientes de un autor que ya escribió y publicó varios libros en colaboración. Busquemos también esas obras. VIPUL (¡que buen nombre para una banda experimental de rock!), el libro que me tiene entusiasmado, salió en una prudente edición de 1500 ejemplares. La mitad de los 3000 que se pusieron a la venta de “10 discos del rock nacional presentados por 10 escritores”, libro que trae un texto de Cambiasso sobre “Miguel Abuelo & Nada” de Miguel Abuelo. Pero este último libro lleva en su tapa nombre tales como “Sumo”, “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota”, “Babasónicos”, nombres que aseguran auspiciosas ventas.

9 – El maestro Norberto Cambiasso fue a La Trama Celeste, el programa de radio del maestro Alfredo Rosso en AM 750 los sábados de 18 a 21 hs. El motivo principal era presentar en sociedad este libro. Fue un programa hermoso, lo escuché encantado. Yo supe del libro gracias al blog de Norberto, me alegra muchísimo que Alfredo lo acompañe hoy como lo bancó ayer. En el medio de esa tarde de felicidad, Alfredo dijo en voz alta sus deseos: que Norberto vuelva a su programa al menos tres veces más: dos veces para presentar las ediciones de los dos tomos restantes y una vez para anunciarnos que la revista Esculpiendo Milagros volvía a los kioscos. Yo también tengo mis deseos: después de los dos tomos de VIPUL que faltan editarse, que NC publique un libro sobre rock nacional, un libro sobre el rock europeo continental, un libro hablando de todo lo que le pareció interesante desde 1990 hasta hoy. Serían tres obras igual de monumentales que VIPUL, quizás más, tres obras de tres tomos. Puede que él no se sienta tan inclinado a escribir las dos primeras obras: la del rock nacional por no tener muchas cosas de su agrado para comentar y la del rock europeo por tener demasiado que decir y poco público potencial interesado. Pero sí que sería genial que estuviese interesado y que haya quien le publique una obra que hable de lo mejor de los tiempos más recientes. Desde que EE.MM dejó de salir como revista, hay algo que todos sus lectores perdimos. Una revista que hablaba de lo que no hablaba casi nadie más.

Porque vivimos donde vivimos y vivimos como vivimos, hay grandes chances de que mis sueños sigan en sueños por un tiempo más. O quizás no. Porque todos nosotros los lectores tenemos también varias obras por escribir. El fin de toda literatura es producir más literatura.